Ultraderechista alemana AfD, amenazada de escisión por lucha entre facciones

| 18 mayo, 2020

EFE. LA VANGUARDIA.- La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha entrado en una guerra interna abierta entre su sector conservador y el ala cercana al neonazismo, que acusa a la cúpula de traición por expulsar a uno de sus cabecillas, el jefe de la agrupación en Brandeburgo, en el este del país, Andreas Kalbitz.

La expulsión de Kalbitz del partido es el resultado de una confrontación entre el ala más radical de la agrupación y los sectores relativamente moderados de la misma, encabezados por el copresidente Jörg Meuthen.

Las diferencias entre las distintas corrientes son tan claras que este lunes el grupo parlamentario de AfD en Brandeburgo ratificó la pertenencia de Kalbitz al mismo, pese a su expulsión, lo que implica un desafío a la decisión de la cúpula.

La AfD, la tercera fuerza a escala nacional y segunda en varias regiones del este, se convirtió en 2017 en la primera formación de ese espectro que accedió a escaños en el Bundestag (Parlamento federal).

Desde entonces, ha consolidado su posición y logrado representación en las cámaras regionales de los 16 «Länder» -estados federados-, además de tener escaños en la Eurocámara.

Para llegar al resultado de la votación de este lunes fue necesario cambiar los estatutos del grupo parlamentario, para lo que se precisaba una mayoría de dos terceras partes.

EL ESTE CONTRA LA EXPULSIÓN

Björn Höcke, el jefe del partido en Turingia, también en el este del país, y una de las cabezas visibles del ala más radical de AfD, es quien ha calificado de «traición» la expulsión de Kalbitz, con lo que la disputa está abierta.

«No permitiré la escisión de nuestro partido y sé que nuestros militantes y nuestros electores piensan igual que yo», dijo Höcke en un vídeo difundido a través de sus redes sociales.

A continuación, Höcke acusó a Meuthen y a la vicepresidenta del partido, Beatrix von Storch, de «traición a la AfD».

Höcke no está solo en su defensa de Kalbitz. La decisión en la cúpula fue por mayoría, 7 votos contra 5. El otro copresidente del partido, Thilo Chrupalla, votó en contra, al igual que los dos copresidentes del grupo parlamentario en el Bundestag, Alexander Gauland y Alice Weidel ,y el diputado y viceportavoz federal Stephan Brandner.

También en el este, el jefe del partido en Sajonia, Jörg Urban, ha calificado la decisión de «equivocada» y ha dicho que cree que no se ha dicho aún la última palabra, recordando que Kalbitz puede recurrir su expulsión.

Gauland, en declaraciones al programa «Berlin Direkt» de la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF) se ha sumado a los críticos de Meuthen tras haber votado en contra de la expulsión en la cúpula.

«No creí posible que Meuthen propusiera la expulsión del partido. Le aconsejé que no lo hiciera y creo que tendrá vigencia jurídica», dijo Gauland.

UN NUEVO PULSO

Dentro de la AfD no es el primer pulso entre ultraderechistas y más o menos moderados. En todos los anteriores, sin embargo, se han impuesto los primeros, marcando la identidad actual de la agrupación.

Meuthen es el único directivo del partido que queda de la cúpula fundadora, encabezada por Bernd Lücke y a la que también pertenecía el expresidente de la Asociación de la Industria Alemana (BDI) Hans Olaf Henkel.

La AfD de los comienzos era ante todo un partido euroescéptico y su principal caballo de batalla era el rechazo a los programas de rescate y la propuesta de hacer posible la salida de la eurozona de los países del sur de Europa.

Sin embargo, desde el comienzo el partido atrajo a ultraconservadores y ultraderechistas.

Del rechazo a los rescates, y la afirmación permanente de que el sur de Europa tenía una cultura económica incompatible con la del norte, se pasó al rechazo a la llegada de refugiados.

Lücke intentó detener el ascenso de las fuerzas más ultras del partido, encabezadas por Höcke y Kalbitz y al menos toleradas de forma paternal por Gauland, pero perdió la lucha y tuvo que dejar la jefatura del partido en manos de Frauke Petri.

A Petri la influencia de Höcke y compañía le terminó resultando excesiva y dejó el partido tras las elecciones de 2017.

Durante mucho tiempo, Meuthen había tolerado y hasta defendido a las fuerzas de ultraderecha en la agrupación.

Uno de los hechos decisivos que puede haber llevado a que Meuthen revise su postura es la decisión de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución de poner bajo observación a los sectores mas radicales de la agrupación.

Aunque el grupo «El ala», que aglutinaba a ese sector, se ha disuelto, el temor de que todo el partido pueda ser puesto bajo observación permanece.

No obstante, las razones que se esgrimen para la expulsión de Kalbitz son meramente formales, como no haber comunicado que había sido miembro de «Los republicanos» -otro partido de extrema derecha- entre 1993 y 1994 y haber callado también su pertenencia a una organización juvenil extremista. 

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