China ha protestado por las palabras del presidente, con quien mantiene desde hace dos años una dura guerra comercial con aranceles cruzados
DAVID ALANDETE. EL PAÍS.- Donald Trump ha provocado un conflicto diplomático con China en medio de una pandemia global sin precedentes al referirse al coronavirus como «el virus chino». En sus diversas comparecencias ante la prensa durante esta crisis, el presidente estadounidense ha acusado primero a China y otros países asiáticos, y después a Europa de no haber tomado las medidas necesarias para contener el avance del virus, y les ha responsabilizado de que este haya llegado a EE.UU., donde hay ya 3.500 casos y 68 fallecidos.
«EE.UU. apoyará con fuerza a aquellas industrias, como las aerolíneas y otras, que se ven particularmente afectadas por el virus chino. ¡Seremos más fuertes que nunca!», dijo el presidente el lunes por la noche en la red social Twitter. La primera medida que la Casa Blanca tomó para contener el virus, en enero, fue un veto de entrada a los viajeros procedentes de China, que es el foco de las infecciones, y donde ya han fallecido más de 3.000 personas.
El Gobierno chino ha protestado por las palabras de Trump, con quien mantiene desde hace dos años una dura guerra comercial con aranceles cruzados. El portavoz del ministerio de Exteriores de China, Geng Shuang, dijo que Trump debería ocuparse primero de sus propios asuntos. «Algunos políticos estadounidenses han tratado de estigmatizar a China, algo que China condena enérgicamente. Instamos a EE.UU. a detener esta práctica despreciable. Estamos muy molestos», dijo Geng en una rueda de prensa, de la que informa Ap.
Matices de Pompeo
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mantuvo el lunes una conversación con su homólogo en Pekín, Yang Jichei, a quien le aclaró que el Gobierno norteamericano no cree que este sea un virus únicamente chino. Un editorial de la agencia pública china Xinhua afirma este martes: «Emplear nombres racistas y xenófobos para culpar del brote a otros países solo puede revelar la irresponsabilidad e incompetencia de los políticos».
El primer foco de contagio fue la ciudad china de Wuhan, y de allí se ha extendido al resto del mundo. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido a la población en contra de usar términos como «virus chino», por las connotaciones negativas que tiene y el riesgo de que incite al racismo. No es sin embargo Trump el único que se refiere al coronavirus con ese adjetivo. Lo han hecho políticos de todo el mundo, incluido el diputado de Vox, Javier Ortega Smith.
También es cierto que el Gobierno chino ha intentado sembrar dudas sobre el origen real del virus. Según informa Pablo M. Díez, el 27 de enero, el máximo responsable chino en la lucha contra la epidemia, el doctor Zhong Nanshan, dejó caer que «aunque (la enfermedad) Covid-19 fue descubierta por primera vez en China, eso no significa que se originara aquí», apuntando a la posibilidad de que hubiera empezado en otro país. Sitios web y redes sociales de propaganda estatal rusa han publicado abundantes informaciones falsas sobre la creación del virus en laboratorios norteamericanos como arma biológica.