EFE.- Tres miembros de la banda skin denominada ‘White Rebels Barcelona’ han aceptado penas de hasta cinco años de prisión por propinar una paliza a un joven que había abandonado el grupo en 2011 y por difundir ideología nazi a través de internet, mientras preparaban ataques a inmigrantes y a personas de ideología contraria.
En una sentencia de conformidad, la sección décima de la Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de entre dos y cinco años de cárcel a los tres neonazis por delitos de asociación ilícita, incitación al odio y a la discriminación, lesiones, amenazas y tenencia de armas prohibidas.
La Fiscalía solicitaba inicialmente penas de catorce años de cárcel para los tres integrantes de White Rebels Barcelona -más un cuarto que está huido y no compareció al juicio-, pero ha rebajado su petición de condena, después de que los acusados reconocieran los hechos que se les imputaban.
El grupo ‘White Rebels’, de ideología nacionalsocialista, se basaba en la «confrontación con grupos ideológicamente rivales o la búsqueda de objetivos o víctimas seleccionados por su origen, raza, etnia u orientación sexual», según dicta la sentencia.
Los White Rebels apoyaban el uso de la violencia para la comisión de sus fines y objetivos, por lo que elaboraron un decálogo bajo el nombre «Anarconazis», en el que proclamaban su defensa de la raza por encima de los nacionalismos y tildaban la democracia de «error filosófico, social y jurídico». «Nosotros, los anarconazis, exigimos la ilegalidad del Estado Pirata de Israel y recomendamos su eliminación mediante un ataque nuclear a gran escala», reza el documento, que también aboga por la creación de «burdeles públicos y gratuitos» sufragados con impuestos municipales.
La sentencia hace referencia a otro documento incautado a los White Rebels, titulado «Resistente Blanco», en el que estos detallan las consignas para la creación y preparación de «grupos de acción», y tenían programado hacer pintadas contra la mezquita de Badalona. En ese mismo texto, fijaban los objetivos marcados por la organización, que incluían actos de ataque contra tiendas de inmigrantes o centros de culto como la sinagoga de Barcelona, así como montar «noches de caza» de extranjeros o de jóvenes con ideología contraria.
La Audiencia de Barcelona añade que los acusados constituyeron también, un grupo de apoyo al propietario de la librería «Europa» de Barcelona, Pedro Varela, que acumula dos condenas por difusión de ideas que justifican el genocidio.
