AFP. EL ECONOMISTA.– Antisemita y antiblancos para algunos, defensor de los derechos de los negros para otros, el controvertido líder religioso Louis Farrakhan, líder de la organización Nación del Islam, se vio obligado a defenderse esta semana de numerosas acusaciones en su contra.
A Farrakhan, de 86 años, ya se le había prohibido la entrada a Reino Unido por varios años y es una persona non grata en la televisión estadounidense. La semana pasada, fue bloqueado por Facebook cuando la red social destacó sus comentarios homófobos y antisemitas.
«¿Qué he hecho para que me odien de esa manera?», se preguntó el líder musulmán en una iglesia de Chicago el jueves.
«No odio a los judíos. Ninguno de los míos ha cometido un crimen contra los judíos», agregó, negando también cualquier forma de racismo, misoginia u homofobia.
El líder de la Nación del Islam, un movimiento que mezcla el panafricanismo y la religión musulmana y que tuvo entre sus caras más conocidas la de Malcom X, es conocido especialmente por haber organizado la Marcha del Millón de Hombres, en la que miles de hombres negros marcharon en Washington en 1995.
También comparó a los judíos con «termitas», llamó a Hitler «un gran hombre» y explicó que los blancos habían sido creados por un brujo malvado.
– «Buenos judíos» –
«No tengo un ejército. Solo sé la verdad», dijo el jueves por la noche en la iglesia de Chicago mientras intentaba defenderse de las acusaciones de antisemitismo. «Solo estoy aquí para separar a los buenos judíos de los judíos satánicos», agregó.
Según sus partidarios, sus comentarios son a menudo distorsionados.
«Si realmente hubieran escuchado lo que tenía que decir, no solo fragmentos de su discurso, ayudaría», dijo Enoch Muhammad, de 40 años y miembro de la Nación del Islam.
Pero las declaraciones de Farrakhan, ya sean del pasado o actuales, estremecen en momentos en que los actos antisemita están aumentando en Estados Unidos.
A fines de abril, un tiroteo en una sinagoga de California en el último día de las festividades de la Pascua judía causó una muerte y tres heridos.
Seis meses antes, 11 personas fueron baleadas en una sinagoga en Pittsburgh, Pensilvania.
En ambos casos, los tiradores eran blancos y de extrema derecha.
– «El antisemita más popular» –
Nacido en la década de 1930 en Nueva York y criado en la tradición cristiana, Farrakhan es popular en algunas comunidades negras.
En los guetos, sus seguidores transmiten mensajes de prevención contra la violencia y el líder político-religioso ha asegurado el apoyo de muchas estrellas negras estadounidenses, especialmente en el rap.
Snoop Dogg se movilizó para intervenir cuando Facebook anunció la suspensión de su página, profiriendo contra la red social un torrente de insultos en un video publicado en Instagram.
Farrakhan estuvo en la primera línea de los homenajes funerarios a Aretha Franklin el año pasado y al rapero Nipsey Hussle en Los Ángeles, este año.
«El enemigo quiere que sigamos matándonos», dijo donde fue asesinado el rapero. «Porque mientras sigamos matándonos, él puede continuar ejerciendo su poder con la tiranía de la supuesta supremacía blanca».
Sus palabras resuenan «en el dolor que sienten mucho estadounidenses negros», afirmó Misbahudeen Ahmed-Rufai, profesor especializado en historia afroamericana en la Universidad Malcom X en Chicago.
«Farrakhan es quizás el antisemita más popular de Estados Unidos», dijo Oren Segal, de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), una asociación que lucha contra el antisemitismo.
«Uno a menudo excusa su veneno por la forma en que muestra su solidaridad con la comunidad negra», agregó.
En el funeral de Aretha Franklin en Detroit en diciembre, el líder político-religioso se sentó a pocos asientos del expresidente Bill Clinton, quien luego fue criticado por esa proximidad física.