El Gobierno francés presentó ayer lunes un plan nacional de lucha contra el racismo y el antisemitismo en aquellas plataformas de Internet que distribuyen contenidos que incitan al odio
CADENA SER.- El Gobierno francés presentó ayer lunes un plan nacional de lucha contra el racismo y el antisemitismo en aquellas plataformas de Internet que distribuyen contenidos que incitan al odio. Entre otras medidas, busca penalizar a las redes sociales que no retiren rápidamente ese tipo de material, una iniciativa que Francia quiere elevar a nivel europeo.Según Francia, es necesario actualizar un marco jurídico anticuado, elaborado cuando muchas de las redes sociales hoy en boga ni siquiera existían. Aunque el país galo ve como un avance la revisión que se está haciendo de la directiva europea de medios audiovisuales, considera que hay que ir más lejos aún y propone, entre otros, crear una nueva figura, una intermedia entre la de editor de la web y la de proveedor de alojamiento de las plataformas, que les obligue también a asumir sus responsabilidades.
Mientras se busca presionar en Europa para avanzar juntos en el mismo sentido, Francia revisará también su legislación nacional para endurecer la respuesta ante la distribución de contenidos racistas o antisemitas en las redes.
Aunque no se ha desvelado todavía ninguna medida concreta, se baraja el establecimiento de multas fuertes, como hace Alemania, contra las redes sociales que no retiren en 24 horas contenidos que incitan al odio, así como el cierre de cuentas que difundan de forma masiva y repetida contenidos racistas o antisemitas.
El nuevo plan nacional, que se extenderá hasta 2020, busca también promover y, sobre todo, facilitar que las víctimas de actos antisemitas o racistas denuncien los hechos, para lo cual se hará disponible un sistema de denuncias en línea para infracciones de naturaleza racista y antisemita.La iniciativa de Francia no es ni mucho menos baladí. Todos coincidimos en la importancia trascendental de la libertad de expresión, pero desgraciadamente son muchas las personas que usan las redes sociales para, amparadas en ese derecho, decir todo aquello que piensan sin ningún tipo de filtro. Y España no es una excepción.La trágica muerte del niño Gabriel de Almería ha vuelto a poner de manifiesto como un hecho que nos causa a todos una total repulsa es utilizado por muchas personas para trasladar a las redes mensajes inapropiados. El color de piel de la presunta asesina de Gabriel o su nacionalidad son datos irrelevantes que, sin embargo, han inundado las redes de odio y racismo. Y eso es algo muy distinto a la libertad de expresión.