EUROPA PRESS. COPE.- Fiscalía pide 8 años de prisión para tres hombres que considera «líderes» de incidentes en Sant Salvador de Guardiola (Barcelona)
Vecinos de Sant Salvador de Guardiola (Barcelona) y trabajadores de un centro de menores en el municipio se han contradicho este jueves al testificar en el juicio por un episodio de altercados presuntamente racistas en las instalaciones de la institución ocurrido la noche del 21 de septiembre de 2015.
Según el escrito de la Fiscalía, que pide ocho años de cárcel para tres hombres a los que considera líderes de la movilización, éstos formaban parte de un grupo de vigilancia vecinal tras diversos robos en el municipio y, junto a 60 personas no identificadas, presuntamente fueron al centro de menores con una «actitud de profundo desprecio y rechazo hacia las personas de nacionalidad marroquí» provistos de palos, navajas y linternas de gran alcance, entre otros objetos.
Sospechaban que los menores del centro eran responsables de algunos robos y unas 40 personas, entre ellos estos tres acusados, presuntamente llegaron a entrar en el recinto al estar la puerta abierta, profirieron insultos racistas y lanzaron piedras contra los jóvenes, hiriendo a uno de ellos en el pie y causando desperfectos en dos coches de trabajadores del centro, según el ministerio público.
En el juicio, que ha empezado este jueves, tres trabajadores del centro, entre ellos un jefe de turno, han coincidido al sostener, en la línea de Fiscalía, que hubo consignas racistas contra los menores e insultos de los vecinos que accedieron al recinto, y que estos llevaban palos y tiraron piedras, aunque han admitido que también hubo jóvenes que hicieron lanzamientos e insultaron a los «intrusos».
Sin embargo, una vecina que estuvo el día de los hechos ha negado «rotundamente» que llevaran palos o lanzaran piedras, y ha asegurado que fueron al centro a pedir explicaciones por los robos, pero que los menores les recibieron con las pedradas, versión que ha defendido otra vecina que ha testificado, y a lo que un tercer vecino ha añadido que trabajadores del centro les invitaron a entrar en el recinto para hablar.
ALCALDE Y MOSSOS
En el juicio también ha testificado el alcalde en funciones, Albert Miralda (CiU), que ha explicado que llegó al lugar de los altercados después de que acudiera la policía y que un agente de Mossos d’Esquadra le advirtió de que no se acercara a la puerta del centro por el lanzamiento de piedras desde dentro, pero ha asegurado que no vio lanzamientos ni palos por parte de vecinos.
El primer mosso que se personó en el centro de menores iba de paisano y ha explicado que vio intercambio de insultos, que los menores tiraban piedras y que dos de los acusados estaban en el interior del recinto con un palo y una linterna, además de que los vecinos salieron al advertirles de que más mossos uniformados estaban en camino –otros dos agentes han testificado y han dicho que hubo lanzamientos de piedras en ambos sentidos–.
SEIS ACUSADOS EN TOTAL
Se han sentado este jueves en el banquillo tras una mampara cinco del total de seis acusados, cuya declaración se ha pospuesto a este viernes: los tres presuntos líderes de la movilización contra los menores se enfrentan a ocho años de cárcel por presuntos delitos de desorden público, amenazas a colectivo y delito leve de lesiones, con agravante de discriminación por nacionalidad, además de a una multa de unos 1.000 euros.
Los otros acusados, dos hombres y una mujer, están en el banquillo por presuntamente perseguir y dañar una furgoneta del centro en la que iba un educador y un menor al día siguiente de los altercados, y se enfrentan a una multa de unos 1.000 euros por presunto delito leve de daños.