“Tenemos el deber social de protestar ante el fascismo”

, | 8 febrero, 2017

Guía para los científicos, académicos y otros estudiosos que quieren luchar contra el miedo mediante la resistencia

MICAH ALLEN. CTXT.- Este tema no necesita introducción: si no es consciente ya de la crisis y la agitación política no estoy seguro de que este documento pueda llegarle de ninguna manera. Esto es para el científico, el académico y otros estudiosos espabilados que quieren luchar contra el miedo a través de la resistencia. No estoy muy seguro sobre cómo organizar este documento, pero tiene que escribirse. Mi objetivo no es resumir la situación actual, de la cual estoy seguro de que es usted consciente, sino más bien ofrecer consejos y orientaciones específicas para que pueda librarse del “pobrecitos” y salte a la acción.

Con esto en mente, vamos a dividir el texto en varias secciones:

1. Ninguna acción es pequeña

En la izquierda progresista, especialmente entre intelectuales, tenemos una historia de luchas intestinas sobre qué acción es la mejor. Aunque yo creo que tiene mérito en nuestra cultura de pensamiento y análisis crítico en una sociedad democrática, en estos tiempos no nos basta con esa respuesta. El fascismo está en nuestra puerta y tenemos que organizar juntos cualquier coalición de aquellos dispuestos a unirse. Esto significa que no hay acto de resistencia que sea pequeño. Sé por mis relaciones que la mayoría de académicos están verdaderamente preocupados de lo que se ve todos los días en las noticias. Sabemos que los principios democráticos se encuentran bajo amenaza, pero no estamos seguros sobre cómo responder. La vida académica es una carrera de ratas, y muy pocos se sienten preparados para dedicar horas de su día a una causa cuya eficacia ponen en duda.

Pero esta es precisamente la actitud en la que confían nuestros oponentes. Se quedan contentos si compartimos las últimas barbaridades dentro de nuestra burbuja con filtro, porque saben que estamos demasiado ocupados en nuestra vida diaria como para transformar esa rabia en acción. Con esto en mente, es imperativo que aceptemos toda acción. Los intelectuales y académicos tienen habilidades importantes para contribuir a la resistencia; como sembradores y cultivadores del conocimiento tenemos el deber social de protestar ante el fascismo. Lo que vemos es nada menos que la amenaza existencial a nuestro arte y nuestra cultura.

Es con estas ideas en la cabeza con las que humildemente suplico a mis colegas y colaboradores que disipen la duda y acaben con el sentimiento de superioridad. Es en tiempos como estos donde no puedes condicionar tu voz y tus acciones a las probabilidades de éxito. En lugar de eso, necesitamos organizarnos y presentar una resistencia unida en contra del trumpismo.

Por supuesto, todos tenemos vidas ajetreadas de las que ocuparnos. Nuestros compromisos profesionales y personales no se paran cuando participamos en la democracia. Así que les pido a todos que indaguen las causas y acciones que les tocan más cerca de casa y del corazón. No pierdan el tiempo preguntándose lo probable que es que sus acciones tengan éxito. Si se siente responsable de que amordacen a científicos, únase a una manifestación pro-ciencia. Escríbale a sus miembros del Congreso y a sus asociaciones profesionales para pedirles que denuncien públicamente estas actividades. Cualquiera que sean las causas – derechos de la mujer, justicia social, la discriminación y el abuso contra la gente de color – salte a la acción con cualquier ayuda que pueda ofrecer. Estas corrientes necesitan su talento; necesitan sus ideas, su código, sus datos, su reflexión crítica y sus habilidades a la hora de debatir. Necesitan estas cosas tanto (o más) que su tiempo y su dinero, aunque no debería dudar tampoco en unirse a los soldados de a pie que luchan por algo. Están amenazados los derechos de todos, lo cual me lleva a mi siguiente argumento: la resistencia debe florecer en todas partes.

2. El neofascismo es un movimiento global; la resistencia también debe serlo

No se equivoque: la ola actual de políticas autoritarias no está contenida dentro de una sola nación. Tampoco empieza ni acaba con Trump. Desde luego en Europa hay movimientos de extrema derecha creciendo como malas hierbas, en cada rincón del continente. Como tal, el movimiento de resistencia también debe ser global. Debemos mostrarles a nuestros políticos que una injusticia en cualquier parte sigue siendo una injusticia, y que no estamos dispuestos a que la pacifiquen.

En otros tiempos, la intelligentsia académica desempeñó un papel crítico en moldear los movimientos de reforma democrática. Dichos movimientos requieren liderazgo, pensamiento crítico, habilidad escrita y otras habilidades, las cuales se engloban en el oficio del académico. La globalización de hoy ha repartido a nuestra especie por todo el lejano y ancho mundo. La mayoría de nosotros tiene pocos contactos locales de resistencia.

¿Sabe usted cuáles son los líderes de sus sindicatos locales? ¿ O dónde trabajar con grupos por el derecho de la mujer? Muchos de nosotros somos exilados de nuestros países de origen, y nos podemos sentir inseguros cuando nos toca luchar por movimientos políticos locales. Como estadounidense, ¿debería unirme a un movimiento anti-Brexit? ¿Debería votar en las elecciones locales? ¿O es acaso una intrusión?

 

La opresión de hoy tiene una naturaleza global, lo que supone que nuestra resistencia también debe serlo. Esto es complicado, porque si lo conseguimos podremos gozar de una gran influencia en nuestras comunidades locales. Si queremos unirnos y defender la Democracia, debemos superar nuestro aislamiento y construir un movimiento global con una causa célebre: la defensa de la libertad. Tenemos que conectar nuestros lazos globales con nuestros líderes locales, para despertar a ese gigante dormido que es la mayoría preocupada. Para conseguirlo, es fundamental que académicos, científicos e investigadores vayan a sus comunidades locales para construir redes políticamente activas.

3. Tenemos que organizarnos y unirnos

Para superar este aislamiento, que genera inactividad, tenemos que organizarnos. La academia de hoy está terriblemente aislada. Muchos de nosotros nos hemos movido continuamente de Estado a Estado. Esto significa que nuestras redes locales están muy empobrecidas, pero las redes globales son muy ricas. Debemos reforzar esta debilidad mientras le sacamos partido a nuestras fortalezas. Esto supone que debemos comenzar a hablar entre nosotros, dentro y fuera del trabajo. No se quede junto al dispensador de agua diciendo “Vaya por Dios, qué horrible está todo, ¿verdad?”. Esto solo contribuye a la sensación de parálisis. En lugar de hacer eso, realice literalmente cualquier acción que cree una comunidad a su alrededor.

Organice un grupo de acción local en su universidad. Cree un grupo de Facebook con tu red internacional. Encuentre una causa que le apasione y a la que pueda dedicarle una hora o dos a la semana. ¡Vaya a manifestaciones! Ir a manifestaciones es una buena manera de construir una comunidad. Una vez encuentre un grupo de gente dedicado a la resistencia, ofrézcales sus servicios. Puede que estén desesperados por encontrar a alguien con talentos profesionales.

4. Cualquier resistencia es efectiva

Puede que ya se haya preguntado, ¿qué es lo que puedo hacer? ¿Importará lo que haga? Conozco lo fácil que es caer en la desesperación. Tras el Brexit y la elección de Trump, sentí una oscuridad profunda como nunca antes la había sentido. El triunfo del fascismo y el capitalismo radical parecían inevitables. Me revolcaba en mi propia pena, mirando esa marea inacabable de malas noticias y gritando “¡Te lo dije!”. Esto no es efectivo en absoluto, y hará que usted y sus compañeros se sientan fatal.

Pero aquí está la idea: la resistencia no depende de ganar o perder. Se trata de alzarse por una causa moral; como dibujar una línea en la arena para luego decir: “jamás la cruzaré”. Para citar a Martin Luther King Jr., “si no haces nada por culpa del miedo, entonces ya estás muerto por dentro”. La historia nos juzgará por las acciones que realicemos en las próximas semanas y meses. ¿Va a esperar a que se lleven en la noche a algún amigo o compañero de trabajo? Estaría más dispuesto a levantarse y luchar sabiendo que las botas del fascismo acaban de cruzar el umbral?

Ahora es el momento de alzarse. Y como académico tiene muchas maneras de luchar. Es bastante probable que usted tenga al menos una década de experiencia en formación superior en habilidades que son vitales para cualquier movimiento democrático. Así que sacúdase las cadenas del derrotismo y ¡HAGA ALGO! Su resistencia, sin importar tamaño u objetivo, envía un mensaje a sus amigos y compañeros. Les dice a los oprimidos que no, que usted no se quedará pasmado mientras son hostigados. Confíe en mí, dormirá mejor y respirará con más facilidad con cada acción que haga.

5. Autoayuda

Como investigador/científico/académico, es muy probable que usted estuviera a punto de estallar antes de que nuestro mundo explotara. Para poder mantener su resistencia, tiene que ser capaz de nutrirse sola. Aunque manifestarse y actuar puede ser una manera efectiva de alcanzar un sentimiento de control, también debe ser moderado por la autoayuda y las limitaciones prácticas. Esto significa regular el consumo de información y ser disciplinado sobre cómo y cuándo resistirse.

Unos consejos: recompense su tiempo de acción efectiva. Si va a una manifestación o escribe un artículo sobre los demonios del fascismo, tómese también tiempo para descansar. Lea un buen libro, juegue a videojuegos, vaya de paseo. Tómese tiempo para recordar por qué está luchando. Esto también se aplica para las redes sociales. A estas alturas, está probablemente claro que Twitter, Facebook y otros medios similares son una fuente constante de malas noticias, a la vez que una plataforma para la resistencia. Aunque es vital que participe en estas discusiones y se mantenga informado, recuerde que puede acabar quemado. Establezca un tiempo específico del día para apagar ese flujo de noticias y trabajar en sus cosas. De nuevo, si está involucrado en acciones concretas, no tiene motivos para sentirse culpable si dedica tiempo a usted y a su trabajo.

6. Use sabiamente su tiempo (y no alimente a los que provocan)

Aunque puede ser una manera efectiva de desahogarse, le recomiendo que evite a los provocadores pro-Trump/Brexit/Le Pen. Sé que esto no es fácil para la mayoría de nosotros, porque creemos que el debate libre y el intercambio de ideas pueden resolver la mayoría de los problemas del mundo. El asunto es que también estamos luchando en una guerra de la información sin precedentes. Recuerde que hubo 2,5 millones de personas más que votaron por Hillary que por Trump. Tenemos aquí la ventaja moral: nosotros luchamos contra el fascismo, y ellos luchan por él.

Es que no es solo innecesario convencer a esta gente; es prácticamente imposible. Lo que tenemos que hacer ahora es construir una resistencia efectiva; los autoritarios pueden darse cuenta del error de su obrar y unirse a la causa, o pueden ser juzgados por la historia como les corresponda. Y lo peor de esto es que muchas de estas cuentas son probablemente falsas, provocadores pagados que se retroalimentan para apoyar el orden del día de la derecha radical. No se merecen tu tiempo y energía; hay investigaciones que concluyen que discutir con ellos solo contribuye a fortalecer su determinación. Esto también se aplica en la extrema izquierda; aquellos que votaron a Jill Stein porque Hillary era «lo mismo que Trump». Tenemos que centrarnos en cambiar a la mayoría silenciosa y moderada, que también se sorprende de lo que sucede en las noticias pero no saben cómo pueden pararlo.

7. Acción concreta

Con suerte a estas alturas usted está de pie y listo para actuar. Entonces, ¿qué PUEDE hacer? Lo primero, elegir un ámbito de resistencia. Lo mejor que puede hacer es encontrar formas de resistencia sostenible. No puede salir ahí y perder su trabajo; esto solo reduce la longevidad y profundidad de su acción posible. El primer paso hacia la acción efectiva es, por lo tanto, elegir una causa, que sea geográfica y moralmente cercana, a usted y a su corazón. Esto ayudará a la construcción de raíces locales y una comunidad desde la que desplegar su acción. Lo mantendrá motivado y servirá de prevención contra sus tendencias derrotistas. Todos somos simples humanos, para que una resistencia se mantenga debe salir desde el manantial del corazón. Tiene que enriquecer y aumentar tu bienestar, no sacrificarlo.

Con esto en mente, aquí le ofrezco ideas concretas para su resistencia:

— Escriba. Como académico, seguramente tendrá un talento para escribir reflexiones de manera persuasiva. Escriba cartas a su periódico local, su representante político, en su blog, en Facebook. No se limite a extender el alarmismo: exprese con fuerza su oposición a políticas concretas. Manifiéstese por una acción decisiva y clara. Presione frecuentemente a sus representantes y hágales saber que usted y sus colegas votarán y donarán en especie. Si es usted un académico de prestigio o con estatus, no excluya esa parte. Utilice esa voz para dotar al movimiento de un liderazgo claro y concreto.

— Llame. Ahora mismo, busque un teléfono para su representante local. Si está en Estados Unidos, es importante que llame a sus representantes específicos aunque no sean de su partido. Es importante que llame, no una sino repetidas veces. Póngase un horario para llamar una vez a la semana, para quejarse a su representante. Si son demócratas, dígales que deben luchar cada centímetro con los republicanos. Si son republicanos, dígales alto y claro que no está de acuerdo con sus acciones. Antes de llamar, considere leerse esta excelente guía que puede ayudarle a entender cómo hacer que su voz se oiga de manera más efectiva. Llamar y/o escribir a su representante es una manera fácil con la que puede marcar la diferencia, y no le llevará más de 15 minutos a la semana.

— Organice. Acérquese al movimiento local que haya escogido y vaya a ayudarles. No basta con tuitear y compartir. Estos grupos están desesperados por encontrar ayuda de muchas maneras, y seguro que hay alguna en la que usted es un experto. Necesitan eslóganes, liderazgo, debate y una buena capacidad de redacción. Podría por ejemplo dedicar una semana al mes a ofrecer su conocimiento a estos grupos. Al menos, manifiéstese. Demuestra solidaridad y nos ayuda a sentirnos menos solos. No se olvide de escribir y presionar a sus organizaciones científicas; si presionamos lo suficiente a nuestras asociaciones profesionales para que den un paso, podría crearse un gran impacto.

— Codifique. Es usted un científico que trabaja con datos? ¿Un desarrollador web? ¿Una estrella de las redes sociales? Este es el siglo XXI. Nuestra resistencia no tiene por qué limitarse a las llamadas y a las cartas. Es probable que sus habilidades técnicas sean necesitadas. Aplicaciones web para organizar; documentos OPSEC para proteger la privacidad de los activistas; ciencia de los datos para analizar y optimizar la resistencia. Nuestros oponentes están ganando en parte porque usan la ciencia de los datos y las redes sociales para abrumar a los medios tradicionales. Su habilidad para procesar, analizar, interpretar o comunicar datos puede no tener precio.

— Done. Elija una organización profesional y considere hacer una donación mensual o recurrente. Mi elección es la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), porque han demostrado gran habilidad a la hora de luchar judicialmente contra el Trumpismo. Pero si hay algo que sobra son causas que necesitan tu ayuda. Relacionado con lo expuesto arriba, considere también contactar con organizaciones locales por si puede ofrecer ayuda concreta.

— Enseñe. Como académico, tiene mucha experiencia enseñando a una audiencia. Dentro de las barreras de su ética universitaria, use el podio para bien. Haga que sus estudiantes consideren las maneras en las que pueden volverse políticamente activos. Es probable que su universidad cuente con clubes políticos locales (como los anti-guerra, pro-privacidad, del medioambiente) que necesitan de su promoción o liderazgo. Si no, considere fundar uno. Su pensamiento crítico y sus habilidades de retórica pueden ayudar a motivar a las juventudes hacia las calles y las urnas.

— Vote. Todavía existe una posibilidad de parar esto en las urnas. Pero solo si salimos y ayudamos a los partidos de la oposición. Debemos parar de luchar entre nosotros y comenzar a apoyar a los políticos que se resistan. El Tea Party obstaculizó de manera efectiva a Obama, uno de los políticos más populares de la historia reciente, mediante la implementación de una visión unificada de la resistencia. Se enfrentaban a cualquier político que trabajara para Obama. Apoyaban a cualquier republicano que representara una oposición fuerte. Tenemos que adoptar estas técnicas. Debemos oponernos a cualquier político que dé señales de optar por pacificar la situación. Debería considerar involucrarse en sus grupos políticos locales, para maximizar su impacto con su Miembro del Congreso/ representante/ etc. Comience un grupo de Facebook de gente que conoce para asegurarse de que todos votan en las elecciones locales y  a mitad de mandato. El fuego se lucha con fuego, y la mejor manera de hacer esto es obstaculizar democráticamente los movimientos pro-fascistas desde las bases.

— Ciencia. Como científico, el mero hecho de compartir su información con el público es un acto de resistencia. Los autoritarios buscan controlar el núcleo de información en sí mismo. Molestarse en compartir sus datos y su conocimiento científico es una poderosa manera de resistencia. Use cualquier información que tenga para apoyar el movimiento. Recuerde que siempre debemos mantenernos en el lado de la verdad para conservar la ventaja.

— Cree. Use su creatividad para escribir poesía, discursos, para pintar cuadros de la resistencia. Haga camisetas y pósteres de colores. Una resistencia se mantiene gracias a su arte, y en estos tiempos de necesidad debemos liberar nuestros instintos más creativos por la lucha de la democracia.

8. El futuro y la reflexión final

Es probable que muchos de nosotros nos sintamos responsables de alguna u otra manera; ¿cómo permitimos que esto pasara? No hay duda de que estábamos tan enfrascados en la maquinaria de la productividad diaria que nos volvimos complacientes. Pero no es demasiado tarde para actuar, mientras uno sea libre para hacerlo. Habrá un tiempo para debates precavidos y autoincriminación. Dice mucho el hecho de que muchos de nosotros acabamos de despertarnos para hacer frente a la grave situación de la civilización. Les debemos a todos los oprimidos, gente de color, gais y trans e inmigrantes una disculpa por nuestra complacencia. Pero hágalo estando codo con codo con ellos en la #resistencia.

Ahora debemos actuar juntos, por la esperanza de mantener nuestra libertad para disentir.

Por último, debemos mirar al futuro con esperanza. No importa cómo de oscuro pinten los titulares, tenemos que saber que nos mantendremos unidos en solidaridad. Cada día mirar hacia nosotros y alimentar ese fuego de la resistencia; saber que nuestro objetivo no debe ser solo responder a la oscuridad del fascismo, sino extirpar la raíz de la que surgió. Tenemos que construir, todos juntos, una mejor sociedad.

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Micah Allen es un científico norteamericano. Doctor en Neurociencia cognitiva, trabaja en el Wellcome Trust Center for Neuroimaging del University College de Londres.

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