Lejos de la tensión racial en EEUU, la provincia lidia con delitos de odio y una discriminación a veces oculta. Un informe cifra en 180 los casos, cinco veces más que el balance de Interior
RAÚL COSANO. DIARI DE TARRAGONA.- En plena tormenta por la reciente escalada de tensión racial en Estados Unidos, centrada esta vez en varias muertes vinculadas a abusos policiales, el fenómeno se palpa también, aunque en otros niveles y casi siempre de manera mucho más encubierta, en sociedades como la catalana y, por inclusión, la tarraconense. Según la organización Movimiento contra la Intolerancia, en la provincia se producen al año entre 60 y 70 casos de xenofobia y racismo, tal y como se desprende del Informe Raxen que elabora anualmente la asociación.
El estudio utiliza como referencia los datos de intervención del Ministerio del Interior y sus propios registros de ataques violentos, pero matizados con la estimación de la Unión Europea de que sólo se denuncian el 20% de los delitos de odio. Según esos parámetros, anualmente se producen en Tarragona unos 180 hechos relacionados con delitos de odio, entre los que se incluyen ataques contra la ideología, discriminación por sexo o género, por creencias religiosas, antisemitismo y racismo o xenofobia.
Cifras en aumento
Interior cuantifica en 12 los actos racistas o xenófobos registrados en Tarragona el año pasado, una cifra que la entidad eleva por sistema. «El Ministerio registra sólo las denuncias que les llegan, pero para aproximarnos al volumen real y saber en qué nos movemos, hay que multiplicar la cifra por cinco», expone Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia. Según Interior, Tarragona es la séptima provincia con más víctimas (14).
Un tercio de los delitos de odio en las comarcas tarraconenses tienen que ver con el racismo y la xenofobia. Enla provincia la cifra recopilada por Interior se ha mantenido estable en los últimos años, aunque a nivel global ha ido en aumento. En España se producen casi cuatro delitos de odio diarios. Las Fuerzas de Seguridad detectaron el pasado año 1.324 casos, lo que supone un aumento del 13% respecto a 2014. Del total de delitos, la mayoría (506, el 38,2%) fueron por racismo y xenofobia, lo que supone un aumento del 6,5% respecto a 2014.
Ibarra señala a Catalunya como una de las zonas con más conflictos: «Hay un triángulo entre Madrid, Catalunya y Valencia, que es donde se producen más estos delitos, porque también hay peligro de la islamofobia. Responde a la propia configuración urbanística pero también a un peso específico que han tenido los grupos racistas de forma seria, grupos que se han visto, en parte, incardinados en las gradas de los estadios. También formaciones como Plataforma per Catalunya han alimentado todo eso».
Entre los actos contabilizados como xenófobos figuran tipologías diversas, que van desde las amenazas hasta las injurias, incluyendo también las redes sociales como vía de expresión. El Informe Raxen desglosa diversos de los hechos registrados en 2015 en Tarragona.