El ministro de Cultura y Deporte del Gobierno ha anunciado este lunes la interrupción indefinida de la competición
EL PAÍS.- El duelo de la liga griega de fútbol entre el PAOK de Salónica y el AEK de Atenas suspendido este domingo en su tramo final por una invasión del campo de Salónica, donde incluso el presidente local, Ivan Savvidis, saltó a increpar al colegiado con una pistola en la cintura, ha provocado que el ministro de Cultura y Deporte del Gobierno griego, Georgios Vassiliadis, anunciase este lunes la suspensión indefinida del campeonato de fútbol nacional: «Hemos decidido interrumpir la liga. No se reanudará hasta que haya un marco claro, acordado por todos, para establecer las condiciones y las reglas». Vassiliadis se ha reunido con el primer ministro, Alexis Tsipras, para tomar la decisión.
La policía griega también ha informado este lunes de que ha emitido una orden de arresto contra Savvidis. Aunque el propietario del PAOK tiene una licencia de armas, los agentes lo buscan por entrar en el terreno de juego con una pistola. Savvidis ha defendido este lunes su comportamiento: «Ivan no amenazó a nadie con una pistola», ha señalado su equipo de prensa en el diario Russia Sport Express. «Lleva un arma porque tiene permiso para hacerlo. No está prohibido en Grecia», ha añadido.
Savvidis, empresario greco-ruso, entró este domingo en el terreno de juego con una pistola en la cintura y amenazó al colegiado Giorgos Kominos poco después de que el partido entre el PAOK y el AEK fuese suspendido en el minuto 90 cuando un gol del defensa caboverdiano del PAOK, Fernando Varela, fuese anulado por fuera de juego por el árbitro. La decisión condujo a una fuerte protesta del equipo local, incluida una invasión de campo, que provocó que los jugadores del AEK abandonasen el césped.
El suceso ocurrido este domingo en el estadio del PAOK llegó dos semanas después de la agresión desde esta misma grada al técnico español del Olympiacos, Óscar García. El técnico del AEK, Manolo Jiménez, agradeció tras el incidente la labor de la policía y se quejó de la situación de impunidad en la que vivía el PAOK: «Esta mañana [por la mañana del domingo] le quitaron la sanción de tres puntos por lo de Óscar [García] y tener que jugar este partido sin aficionados. Esto es lo que me parece increíble, que le perdonen los castigos».