The Objective.- La clase política internacional y española ha emitido, en las últimas horas, una condena generalizada al ataque a gran escala que Irán lanzó contra Israel en la madrugada de este domingo. El espacio a la izquierda del PSOE, sin embargo, ha protagonizado la nota discordante. Ni Sumar, socio principal de los socialistas en la coalición de Gobierno, ni Podemos han rechazado de forma explícita la agresión del país persa ocurrida esta noche, que se ha traducido en un ataque de unos 170 drones y 150 misiles.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha evitado calificar en términos bélicos lo sucedido en las últimas horas y ha señalado que sigue con preocupación la «situación» en Oriente Próximo. A través de su cuenta de X (antes Twitter), ha añadido que «la generalización de la guerra en la región tendría consecuencias catastróficas» y ha insistido en que «queremos paz». Asimismo ha cargado las culpas sobre Israel al afirmar que «la diplomacia europea tiene que movilizarse para parar el genocidio en Gaza y frenar la extensión del conflicto». En su mensaje, la líder de Sumar no menciona a Irán.
Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha escrito una larga disertación en su cuenta de X en la que en ningún momento se habla de que se haya producido ningún ataque. La líder morada solo se ha referido a lo ocurrido al hablar eufemísticamente de «los últimos acontecimientos». Para Belarra, «la complicidad de EEUU y los países europeos con el genocidio nos está arrastrando a una desestabilización total de la región de consecuencias imprevisibles».
Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha escrito una larga disertación en su cuenta de X en la que en ningún momento se habla de que se haya producido ningún ataque. La líder morada solo se ha referido a lo ocurrido al hablar eufemísticamente de «los últimos acontecimientos». Para Belarra, «la complicidad de EEUU y los países europeos con el genocidio nos está arrastrando a una desestabilización total de la región de consecuencias imprevisibles».
Estas reacciones se suman a la tardanza del sector socialista del Gobierno en reaccionar al ataque iraní. Mientras la mayoría de cancillerías occidentales emitieron ya anoche mensajes de condena y apoyo a Israel, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pasadas las 9.30 de la mañana.
En contraste, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, lanzó su primer mensaje al respecto minutos antes de las 00:30 de la madrugada. «Condenamos el ataque indiscriminado del régimen iraní contra Israel. Irán y sus milicias en la región amenazan gravemente la estabilidad de Oriente Próximo. España debe trabajar con sus aliados, sin titubeos, para estabilizar la situación y evitar una mayor escalada», escribió el presidente del PP en su cuenta de X.
Ya este domingo, durante un mitin en Bilbao, el líder de los populares ha reprochado al Gobierno por haberse quedado «otra vez, último en la defensa de las libertades y en la defensa de las democracias occidentales». «En estos momentos no hay espacios para la vacilación. España debe permanecer al lado de las democracias y sus aliados. España debería de haber condenado de forma firme y de forma determinante cuando empezaron los ataques, y no ser el último país de la Unión Europea en condenar esos ataques», ha lamentado.
En este sentido, la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, ha agradecido a Feijóo «su firme posición contra la agresión indiscriminada del régimen iraní hacia Israel», tras el ataque de Irán contra Israel esta medianoche. «Agradecemos sinceramente su firme posición contra la agresión indiscriminada del régimen iraní hacia Israel. Hoy, todo el mundo libre debe estar junto a Israel contra el eje del mal iraní», contestó Radian-Gordon al mensaje del líder popular.
Asimismo, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha expresado este domingo su apoyo a Israel tras el ataque perpetrado por Irán, y ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de estar con Irán y poner a España en una situación «verdaderamente comprometida y vergonzosa».
