DPA.- La sospecha de que un inmigrante africano estaba infectado con el virus del ébola hizo estallar una ola de racismo en Brasil, sobre todo en el estado de Paraná, donde se registró el hombre, y en las redes sociales. Según reportan hoy medios brasileños, las actitudes discriminatorias se producen especialmente en Cascavel, en el sureño estado de Paraná, donde el guineano Souleymane Bah, de 47 años, se presentó la semana pasada en una unidad de salud por presentar síntomas similares a los que produce el ébola.
La primera prueba sanguínea que se le realizó descartó el contagio, y se aguarda que en las próximas horas sea divulgado el resultado de la prueba definitiva. En tanto, desde que se supo que Bah era el primer caso sospechoso de ébola, inmigrantes africanos y haitianos que residen en Cascavel vienen sufriendo amenazas y ofensas en las calles y rechazo por parte de la población local.
«Vamos a un bar, nos sentamos en una mesa y las personas se cambian de lugar para alejarse y siempre hay alguien que dice ‘váyanse de aquí, dejen de traer enfermedades a mi país'», relató el biólogo africano Abdoulaye Telly Diallo, citado por el diario «O Estado de Sao Paulo». El joven de 26 años dijo que el viernes se le negó la posibilidad de un empleo en un frigorífico, después de que informó que procedía de Guinea, uno de los países más afectados junto con Sierra Leona y Liberia.
«Estamos aguardando con expectativa que salga el resultado de la segunda prueba de Bah para que podamos tener oportunidades aquí», añadió. Diallo y su compatriota Laye Bangaly Camara, de 27 años, integran un grupo de 11 inmigrantes guineanos que se hospedan en el mismo albergue en el que permaneció Bah hasta que fue trasladado el viernes a Río de Janeiro, donde permanece internado en aislamiento hasta que concluyan los análisis. Ambos están en observación, con pruebas diarias de temperatura, junto a otras 62 personas que tuvieron algún tipo de contacto con Bah.
Debido a que solo pueden permanecer en el albergue durante la noche, hasta obtener la documentación y un trabajo, los inmigrantes pasan buena parte del día en las calles, que es donde viven más de cerca el prejuicio, que también se expandió en las redes sociales a nivel nacional. «Hoy mismo estábamos sentados en la vereda frente a un estacionamiento, conversando, y nos expulsaron», relató Camara.
También los haitianos sufren las ofensas, aún cuando el país o presentó ningún caso de la enfermdad. «Los brasileños no saben que Burkina Faso está lejos de los países que tienen ébola. Creen que es todo lo mismo porque somos negros», intentó explicar el haitiano Sitta Compaore, de 25 años. Un residente de Cascavel admitió que tiene miedo de aproximarse tanto a africanos como a haitianos. «Trabajo con fletes y ya rechacé cuatro mudanzas de haitianos. Aunque no haya ébola en Haití, nos da miedo porque ellos andan todos juntos», explicó Joao Borges, de 59 años.
Entre viernes y sábado, afirmaciones racistas inundaron las redes sociales, en las cuales se asoció de manera indiscriminada la enfermedad con los negros. «Ébola es cosa de ‘preto’ (negro, dicho en forma despectiva», expresaba un post en Twitter. «¿Alguien me puede decir por qué esos ‘pretos’ de Africa tienen que venir a Brasil con esa desgracia de bacteria (sic) de ébola?» se preguntaba otro en la misma red social. «Gracias al ébola, ahora voy y arrojo fuego a cualquier ‘preto’ que pase delante de mí», remataba un tercer internauta.