El segundo episodio en tres meses de comentarios racistas contra el presidente de SOS Racismo incluía amenazas contra su integridad física.
PERIÓDICO DIAGONAL.- La organización SOS Racismo ha pedido hoy una actuación efectiva de la Fiscalía para Delitos de Odio en casos de amenazas racistas como la vivida ayer, por segunda vez en tres meses, por su portavoz y presidente en Madrid, el periodista Moha Gerou. Según denuncia la organización, lo que empezó en julio como comentarios insultantes y racistas a un tweet de Gerou, ha derivado ayer en directas amenazas también esta red social contra su integridad física.
SOS ha criticado la falta de actuación de la Brigasda de Investigaciones Tecnológicas de la policía, que suele encargarse de este tipo de amenazas efectuadas en las redes sociales. Según la organización antirracista, “no se trata de casos aislados”, tal y como ha vuelto a poner de manifiesto las conclusiones de su informe anual sobre racismo en el Estado español, que recogió en 2015 247 incidentes racistas en todo el Estado y casi 100 casos de delitos de odio. Según SOS, esa ausencia de mecanismos efectivos de denuncia “genera una situación de impunidad” y “favorece la exacerbación de los discursos racistas y xenófobos”.
Esas herramientas de denuncia deberían concretarse, para SOS Racismo, en la necesidad de que la Fiscalía para Delitos de Odio pueda actuar de oficio, así como en la mejora de los protocolos policiales “para la identificación de delitos con agravante de odio”. La organización pide también “una Ley Integral contra la discriminación así como una Ley de protección de víctimas de delitos de odio”, que debería proteger expresamente también a las personas en situación administrativa irregular –muchas de ellas temen denunciar por miedo a la policía- y que amplíe el delito de odio a otros supuestos recogidos en el Código Penal.
No es la primera vez que SOS Racismo ha sido objeto de amenazas ultraderechistas en Madrid. En la noche del 20 de febrero de 2014, la sede madrileña de la organización en el barrio de Lavapiés fue atacada con bengalas y marcada con una pancarta en la que aparecían figuras de personas ahorcadas y mensajes contra la inmigración.
