EFE. LA VANGUARDIA.- La ONG SOS Racismo detectó durante el año 2019 un total de 188 casos de racismo en Cataluña, de los cuales se denunciaron 128, el 15 % por delitos de odio y el 85 % por situaciones discriminatorias.
Así lo recoge el informe «(In)visibles. El estado del racismo en Cataluña» referente al año 2019, que han presentado este martes en rueda de prensa telemática la coordinadora del Servicio de Atención y Denuncia de SOS Racismo, Alícia Rodríguez, y el miembro del consejo de SOS Racismo Karlos Castilla.
Desde la entidad han apuntado que de estos 188 casos identificados, 60 no se denunciaron, una situación que se repite año tras año y que los autores del informe achacan a diversos factores como la situación de vulnerabilidad de muchas personas objeto de episodios racistas, la desconfianza en el sistema judicial o el miedo a que el denunciante sea a su vez denunciado por otra cuestión.
En 2018, esta ONG había registrado 151 episodios de racismo en Cataluña en el 2018, y en 2017 213 casos.
No obstante, la diferencia de episodios registrados entre un año y otro no se explica por una mayor o menor presencia de racismo en la sociedad, ha defendido Rodríguez, sino por una mayor o menor «visibilización» de los casos.
El informe de 2019 detalla que el 27 % de los casos de ese año fueron por situaciones entre particulares, el 15 % con fuerzas de seguridad pública, el 13 % con servicios de seguridad privada y otro 13 % por derechos sociales, entre otros.
SOS Racismo gestiona ahora 286 «casos abiertos» -los de 2019 y de años anteriores aún no resueltos-: entre ellos, destacan 73 entre particulares, 62 referentes a seguridad pública, 49 de servicios privados o 30 por derechos sociales.
La ONG ha contado este año con más recursos humanos para atender a las personas que se ponen en contacto con la entidad y ha habilitado un número de Whatsapp (usado este año por 70 personas).
Castilla ha avisado de que durante el estado de alarma decretado para frenar la COVID-19 se pueden estar cometiendo más episodios racistas, y ha dicho que si la tendencia actual se mantiene, en el informe de este 2020 podría haber «un repunte» respecto a años anteriores.
Se ha mostrado, en este sentido, preocupado por la «infradenuncia», dado que ahora «hay menos testigos y menos observadores en la calle», lo que puede dar cierta sensación de impunidad a las fuerzas del orden, ha alertado.
