EITB.- SOS Racismo ha denunciado el incremento de «redadas racistas» contra jóvenes magrebíes en el barrio bilbaíno de San Francisco por parte de la Policía Municipal y también por la Ertzaintza. Según ha informado la ONG, este pasado jueves por la tarde, se produjo un «cacheo masivo» de la Policía autónoma en la zona.
En un comunicado, SOS Racismo ha asegurado que «en los últimos días» ha presenciado «intervenciones de la policía municipal de Bilbao dirigidas contra un colectivo determinado: jóvenes magrebíes».
«Se trata de cacheos masivos a grupos enteros de este colectivo en plena calle. Lamentablemente, este hecho no es ninguna novedad y ya ha sido denunciado en diferentes ocasiones», ha señalado.
No obstante, ha manifestado su preocupación por «el alarmante aumento e intensidad de estas prácticas racistas«. «Estas actuaciones policiales, que deberían ser excepcionales, podrían estar vinculadas a declaraciones de altos mandos de la policía municipal sobre el llamado pico de delincuencia en el barrio», ha indicado.
Según ha recordado, el pasado viernes 2 de noviembre, integrantes de SOS Racismo presenciaron cómo «una veintena de policías pararon a dos grupos de jóvenesmagrebíes en dos puntos diferentes de San Francisco».
Ha añadido que la policía «rodeó a los jóvenes, los identificó y los registró» en una operación que duró más de 30 minutos «sin ninguna justificación, generando un ambiente de miedo y excepcionalidad en la zona».
La asociación ha exigido el respeto «en todo momento» a «la dignidad y la integridad física de todas las personas», ha recordado que «cualquier actuación policial debe ser proporcionada y motivada» y ha añadido que «si la policía tiene el deber de velar por la seguridad de todas las personas debe hacerlo respetando rigurosamente los derechos de las personas, independientemente de las circunstancias».
Según ha apuntado, «tener como objetivo a un colectivo de un origen étnico determinado, se llama ‘discriminación racial‘ o, de manera más específica, identificación por perfil racial’ considerada en los Convenios Internacionales como agresión racista».
«La seguridad nada tiene que ver con redadas racistas ni cacheos masivos. No vamos a dejar que estas actuaciones se normalicen y que nuestras calles se conviertan en escenarios de espectáculos indignantes y vergonzosos que no hacen más que criminalizar y degradar aun más la zona», ha concluido