EFE.- La organización de defensa de los inmigrantes SOS Méditerranée anunció hoy que se constituirá como parte civil en la denuncia presentada por varios de sus empleados el pasado día 5 después de que un grupo ultraderechista invadiera sus locales de Marsella.
El presidente de la ONG, Francis Vallat, indicó en rueda de prensa que «la gravedad de los hechos y la apología de esos delitos por parte de responsables políticos o públicos» les obligan a reaccionar.
Por ello, condenó «con vigor» lo sucedido y anunció acciones legales contra «toda persona que atente contra los empleados o la asociación o que propague mentiras o declaraciones destinadas a provocar odio, indignas de una democracia europea».
Recordó que varios parlamentarios apoyaron la acción violenta, así como otras personas a través de las redes sociales, por lo que anunció denuncias «sistemáticas».
La reacción se produce once días después de que un grupo de 22 activistas de la organización ultra Génération Identitaire invadiera los locales de la organización y retuviera durante horas a algunos empleados y a inmigrantes que se encontraban refugiados en el interior.
Además, desplegaron una pancarta en su fachada en la que se aseguraba que la ONG es «cómplice del tráfico de seres humanos».
Los empleados afectados aseguraron que recibieron golpes, que fueron retenidos por la fuerza y que sufrieron daños psicológicos, por lo que presentaron una denuncia ante la policía el mismo día, tras el arresto de los 22 asaltantes.
Ahora reciben el respaldo de SOS Méditerranée, cuyo letrado se mostró convencido de que la investigación permitirá determinar las responsabilidades individuales de los ocupantes, así como la colectiva.
La organización y sus empleados «pedirán la reparación del conjunto de los perjuicios, físicos, materiales, morales y psicológicos sufridos», indicó en un comunicado.