Rifirrafe entre la juez y el abogado del antisistema Rodrigo Lanza, acusado de asesinar a un hombre por vestir los colores de la bandera de España
ROBERTO PÉREZ. ABC.– «Si pudiera, me marchaba». Fue la irritada reacción que tuvo este martes la magistrada que preside el juicio del «crimen de los tirantes», María José Gil Corredera. La juez reaccionó así en el transcurso de un rifirrafe verbal que mantuvo durante el juicio con el abogado del antisistema Rodrigo Lanza, el letrado Endika Zulueta.
Gil Corredera dirige el segundo juicio con jurado por ese crimen, porque el primero, que presidió su compañero de la Audiencia de Zaragoza José Ruiz Ramo, tuvo que ser suspendido por irregularidades en el proceso, que desembocó en una polémica sentencia que condenó a Lanza por imprudencia homicida en vez de por asesinato.
Este martes, en un momento del juicio, la magistrada frenó al abogado de la defensa durante la parte final del interrogatorio que estaba realizando a su cliente, Rodrigo Lanza. La juez entendió que eran improcedentes las preguntas que estaba formulando el abogado, porque se salían de lo que debía ser el objeto del interrogatorio. El abogado había dejado de preguntar sobre cómo se produjo la agresión y la posterior detención de Lanza, y se estaba explayando en preguntar a su cliente sobre sus condiciones de vida en prisión, a qué régimen estaba sometido y las consecuencias personales y psicológicas que supuestamente le habría provocado la estancia carcelaria.
Al inadmitirle esas preguntas, el abogado se encaró con la magistrada, le reprochó su actitud, expresó reiteradamente su protesta y trató de extenderse en la discusión al respecto, lo que desairó a la juez y generó el reproche de la fiscal y de los abogados de la acusación. «Siento vergüenza», se quejó el letrado Enrique Trebolle dirigiéndose a Zulueta, mientras la fiscal reprendía al abogado defensor por su actitud y por pretender abrir un debate con la magistrada.
La juez, ante la situación, se despachó con un «si pudiera, me marchaba», poco antes de que Zulueta pusiera abiertamente en duda la imparcialidad de la magistrada.
«Es que, realmente, así es que…, yo, vamos, es que si pudiera me marchaba. Es difícil, incómodo y yo, vamos…», afirmó la presidenta del tribunal del jurado.
Este juicio arrancó ayer lunes y ya han sido varias veces las que la magistrada ha expresado quejas por algunos episodios que han tenido lugar durante la vista.
Incidente con un jurado
«Yo no lo quiero» y «es un pitorreo», dijo en otro momento del juicio la magistrada sobre uno de los miembros del jurado que la víspera interrumpió en varias ocasiones el desarrollo del juicio con apreciaciones en voz alta, lo que ya en ese momento llevó a la jueza a llamarle al orden en varias ocasiones.
Este martes arrancó la sesión con el debate sobre si procedía o no mantener a ese miembro del jurado, que públicamente afirmó en sala sentirse arrepentido. «Pido disculpas, no volverá a suceder», indicó. La magistrada se pronunció abiertamente a favor de retirar a ese miembro del jurado, aunque poco después optó por mantenerlo.
El abogado del antisistema pidió su recusación y anunció un posible recurso de amparo ante el Tribunal Constitución después de que la magistrada, tras escuchar a la fiscalía y a las acusaciones, optara por mantener a ese miembro del jurado. Eso sí, le advirtió que si vuelve a protagonizar una actitud similar le multaría con 150 euros y, a la siguiente, instaría acciones por posible responsabilidad penal contra él, por delito de obstrucción a la justicia. Previamente, la magistrada mostró también públicamente su contrariedad por ese incidente con el jurado.