La asociación de mujeres magrebíes Ahizpatasuna denuncia que no consiguen que nadie les alquile una vivienda en el País Vasco en la que poder vivir con sus hijos, muchos de ellos nacidos ya en Euskadi
EDUARDO AZUMENDI. ELDIARIO.ES.- Acceder a una vivienda resulta complicado, aunque sea en alquiler. Pero si ers inmigrante, mujer y magrebí resulta casi imposible. Así lo denuncia la asociación de mujeres magrebíes Ahizpatasuna, que asegura que sus integrantes no consiguen que nadie les alquile una vivienda en el País Vasco en la que poder vivir con sus hijos, muchos de ellos nacidos ya en Euskadi.
«Junto a nuestros hijos sufrimos una doble y humillante discriminación en el derecho de acceso a la vivienda, por nuestra condición de inmigrantes y de mujeres», lamenta. Critican que sus hijos «no pueden labrarse un futuro en igualdad de oportunidades al resto de niños», así como que las traten «como ciudadanas de segunda, aguantando insultos racistas y vejaciones», y el «trato discriminatorio» que reciben por su «origen» cuando intentan acceder a un piso de alquiler o a un empleo.
Ni las instituciones ni las leyes les están «protegiendo de la injusticia, humillación y desamparo» que aseguran sufrir «diariamente» al ver «pisoteados» sus derechos.
Igualdad de oportunidades
«Mientras no haya igualdad de oportunidades para nuestros hijos», añade la asociación, «mientras se nos siga negando el alquiler de vivienda por nuestro origen, mientras no seamos iguales al resto a la hora de conseguir un empleo, seguiremos peleando», han destacado.
Por lo general, los dueños de las viviendas en alquiler les rechazan al escuchar su acento cuando llaman por teléfono para concertar una cita o directamente les dice que el piso ya está alquilado aunque no lo esté. En otras ocasiones, la manera de disuadirles es imponerles condiciones más duras que al resto de la población, como pedirles una fianza mayor.