Sevilla mantiene vivo el recuerdo del matrimonio Jiménez Becerril asesinado por ETA hace 20 años

| 29 enero, 2018

TERESA LÓPEZ PAVÓN. EL MUNDO.- El matrimonio formado por el concejal sevillano del PP Alberto Jiménez Becerril y la procuradora Ascensión García Ortiz había salido a cenar aquella noche con unos amigos que habían instituido una especie de tradición con la que rompían la rutina de la semana: «Los jueves se sale». Tras la cena, una copa en el Antigüedades, donde se encontraron con gente del partido, otras parejas jóvenes que disfrutaban del ambiente en uno de los bares de la calle Mateos Gago.

El local, un garito con un punto excéntrico, frecuentado tanto por turistas como por la parroquia local, estaba atestado como de costumbre. Muchos conocidos y desconocidos. Imposible entonces fijarse en todas las caras ni que ninguna llamara la atención sobre otras. Mimetizados con el entorno, dos terroristas vigilaban al matrimonio.

Aquella noche Alberto y Ascen decidieron retirarse sobre la una de la madrugada. Ella le había comprado unas flores a una mujer en los alrededores de la Catedral para que sus hijos las llevaran al colegio a la mañana siguiente con motivo del Día de la Paz. Era la madrugada del 30 de enero de 1998. Tres niños dormidos, los hijos de la pareja, nunca volvieron a ver a sus padres más allá del retrato borroso de los recuerdos y de las fotografías familiares.

Los dos pistoleros de ETA aprovecharon la oportunidad que les propició la noche y las calles solitarias del centro de la ciudad para disparar por la espalda al concejal y a su mujer, que caminaban juntos de vuelta a casa. Dos tiros por la nunca. Ascen no fue una víctima colateral. Los terroristas habían decidido liquidarlos a ambos para que no hubiera gritos. Fue un doble asesinato a sangre fría que dejó en Sevilla a tres huérfanos por partida doble, de 8, 7 y 4 años. Este martes, en la calle Don Remondo donde cayeron abatidos los cuerpos, volverá a homenajearse su memoria.

No era la primera vez que ETA asesinaba en Sevilla. En junio de 1991 cuatro personas habían resultado muertas como resultado del paquete bomba que la banda colocó en la sala de visitas de la cárcel de La Ranilla. Un año antes, en 1990, habían intentado sin éxito volar la Comisaría de La Gavidia, junto a El Corte Inglés de la Plaza del Duque. Hubiese sido una masacre si un control de la Guardia Civil no hubiera interceptado al terrorista Henri Parot a la entrada de la capital, en Santiponce.

Pero el atentado contra Alberto y Ascen dejó un profundo agujero emocional en la ciudad. Aquella madrugada del 30 de enero, los pasillos solemnes de la Casa Grande acogieron a unos concejales desconsolados que habían perdido a dos compañeros, a dos amigos. En las fotos de aquel día, las lágrimas de los ediles no tienen color político. Dentro, la amargura digestión de lo sucedido. Y fuera, cientos de sevillanos se concentraban en la Plaza Nueva para mostrar su apoyo y su repulsa.

Días después, una manifestación exhibió de nuevo la rabia silenciosa de los sevillanos por el terrorismo salvaje y caprichoso que había dejado huérfanos a tres niños y a una ciudad entera que tardó en reponerse del espanto.

Aquel luto en el que se sumió Sevilla sólo se alivió, al menos en parte, cuando, el sábado 21 de marzo, la Guardia Civil y la Policía Nacional desarticularon el ‘comando Andalucía’ y detuvo a cinco terroristas, tres de ellos –Mikel Azurmendi, José Luis Barrios y Maite Pedrosa– responsables directos de los asesinatos, más otros dos franceses que hacían de ‘correo’ para la banda.

Han pasado 20 años de aquella madrugada. Hoy Alberto y Ascen serían abuelos de cuatro niños con edades similares a las que tenían sus hijos aquel 30 de enero.

Premio Fundación Jiménez Becerril

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha pedido este lunes en Sevilla a los europeos que defiendan «con todo el corazón» los valores de libertad, justicia y democracia que impulsan la Unión Europea frente a la amenaza del terrorismo fundamentalista, informa EFE.

Tajani ha recibido en la capital andaluza el premio de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez Becerril, que homenajea a este concejal sevillano y a su esposa, Ascensión García, asesinados por ETA hace veinte años.

El presidente de la Cámara europea ha valorado «el esfuerzo español» para «superar la lacra del terrorismo de ETA, quizá el mayor desafío de las últimas décadas y a la que se enfrentó demasiado tiempo en soledad».

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