El Mundo. – La Policía Nacional detuvo el año pasado a 188 miembros de bandas latinas frente a los 95 de 2020, según datos de la Brigada Provincial de Información aportados el pasado viernes durante las jornadas sobre grupos violentos juveniles organizada por IPA Madrid. En comparación con el mismo periodo anterior el número de pandilleros capturados ha subido el doble, según puso de manifiesto el responsable de la sección de Bandas Latinas de la Policía Nacional. En los años anteriores la cifra de detenidos fue aún superior: 247 miembros de bandas latinas arrestados en 2019, 211 en 2018 y, en cambio, 113 en el año 2017.
Volviendo a las cifras del año pasado destaca el número de menores detenidos por la Policía Nacional. De los 188 apresados por pertenencia a bandas 74 eran menores, es decir casi un 40%de los integrantes de bandas tienen menos de 18 años frente al 20% de 2020.
Las bandas de mayor implantación y número de detenidos siguen siendo las de origen dominicano: Dominican Don’t Play (DDP) y Trinitarios. En concreto, el año pasado fueron arrestados 25 Trinitarios, 24 DDP y 12 Ñetas. Según fuentes policiales, hay aún 88 jóvenes arrestados en enfrentamientos juveniles que todavía no se ha determinado a que banda pertenecen. La Policía Nacional tiene identificado actualmente a unos 400 miembros de bandas juveniles en la región.
Las principales características de las bandas juveniles son la estructura piramidal, la división en capítulos o coros y la territorialidad. Además, siguen con las aportaciones monetarias, emplean la violencia y tienen una literatura propia, según expuso la Policía en las jornadas.
Las consecuencias de la integración en las bandas suelen ser el fracaso en los estudios, absentismo escolar, el deterioro en las relaciones familiares, la pérdida de amistades habituales, la merma de valores y el desprecio de las normas sociales que sustituyen por las de la banda. Una vez que se convierten en pandilleros les enseñan disciplina y deben total sumisión a los líderes. Prometen obediencia, pagan cuotas regulares y deben hacer demostraciones de valor (robos, agresiones, riñas, etc.) castigos corporales (palizas) o tratos inhumanos o degradantes.
Asimismo, los pandilleros son cada vez más menores y ahora se sitúan entre los 12 y 23 años. Son captados en colegios, redes y lugares de ocio. También utilizan las redes sociales para pescar a menores. Tik Tok e Instagram son algunos de los canales para enrolar a nuevos miembros, entre los jóvenes, que no saben realmente qué hay detrás de estos grupos violentos y lo que puede ocurrir cuando dejan el mundo virtual y salen a la calle. Una vez que entran en las bandas tienen una gran presión psicológica, se inician en el consumo de drogas, rompen los vínculos familiares y empiezan a delinquir.
Hay muchos factores para descubrir que un joven está integrado en una banda. Los principales son el cambio de costumbres y amistades, no cumplir la hora de regreso a casa, el cambio en la forma de vestir, desapariciones del domicilio, aparición lesiones y heridas, necesidad de tener dinero para pagar cuotas, sustracciones de dinero en casa (incluso joyas de valor), llamadas a móviles de madrugada y discusiones y actitud hostil hacia los padres y maestros.
Durante las jornadas sobre bandas latinas el consejero el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, abogó por mantener un estrecho clima de colaboración entre administraciones «que nos permita, de manera coordinada, atajar de manera eficiente este tipo de fenómenos de delincuencia juvenil». «Madrid es un espacio seguro, pero en ningún caso debemos de bajar la guardia», incidió.
El pasado 21 de febrero López mantuvo un encuentro con la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, con quien analizó la situación del repunte de la delincuencia de las bandas juveniles y de la efectividad policial alcanzada, fruto de la incautación de numerosas armas blancas, mediante una serie de controles efectuados.
Desde el pasado 10 de febrero la Policía Nacional y la Guardia Civil mantienen un plan contra la bandas juveniles violentas en Madrid tras los dos asesinatos cometidos por miembros de la banda de los DDP contra Trinitarios en Usera y Atocha. A lo largo de este último mes se han identificado a 11.725 personas, se han detenido a 120 y se han incautado 60 armas, como navajas, cuchillos, machetes, palos, bates y puños de hierro, aunque ningún arma de fuego.