La aparición en tres días de casos similares al de la niña rubia hallada en un campamento de gitanos en Grecia ha abierto un debate sobre los prejuicios raciales
JAVIER AJA. EFE.- La aparición en el lapso de tres días de dos casos similares al de la niña de rasgos escandinavos hallada en un campamento de gitanos en Grecia ha abierto un intenso debate en Irlanda sobre la actuación de sus autoridades y los supuestos prejuicios raciales de este país.
La titular irlandesa de Asuntos del Menor, Frances Fitzgerald, afirmó ayer que, cuando la policía o los trabajadores sociales toman la decisión de poner a niños bajo la tutela del Estado, lo hacen por «su bienestar» y «protección» y de acuerdo con la legislación vigente. La ministra dio esas explicaciones después de que la policía retirase la custodia a una pareja gitana de una niña de 7 años, rubia y de ojos azules, cuyo ADN coincide con el de sus progenitores.
Un día después, las fuerzas del orden volvían a visitar a una pareja gitana en la localidad de Athlone y le quitaban la custodia de un niño de 2 años también rubio, que tras pasar una noche en un centro fue devuelto a sus padres.
En ambos casos las visitas de los agentes se produjeron tras alertas de los vecinos, lo que para algunos demuestra un exceso de celo.
Esa es la opinión del director ejecutivo del Centro Europeo de Derechos (de la etnia) Roma, Dezideriu Gergely, quien dijo que también está preocupado por la cobertura informativa de los casos en Grecia e Irlanda, lo que ha llevado, en su opinión, a caer en generalizaciones y asociaciones peligrosas. Gergely aseguró que las informaciones deben basarse en «hechos» y no en «presunciones» sobre la comunidad gitana, al tiempo que el énfasis, resaltó, recae a menudo sobre su supuesta criminalidad.
El Consejo de Inmigrantes de Irlanda instó ayer al Gobierno a que detalle cuáles son las medidas adoptadas para que las autoridades no caigan en la discriminación racial. Para su directora ejecutiva, los dos casos ocurridos en las últimas horas sugieren que la policía presta una atención excesiva a ciertos grupos minoritarios. «Irlanda ya ha sido advertida en un informe del Consejo de Europa sobre la necesidad de prevenir la discriminación racial.