Los Gobiernos de Madrid y Rabat acuerdan «reforzar la política de retorno» de ‘sin papeles’
FRANCISCO PEREGIL. MIGUEL GONZÁLEZ. EL PAÍS.- El presidente Pedro Sánchez ha propuesto este lunes en Rabat a las autoridades marroquíes fijarse como objetivo que el año próximo se reduzca el número de llegadas de inmigrantes irregulares a España, con el fin de enviar «un mensaje contundente a las mafias». «Si no lo hacemos”, ha advertido Sánchez, “serán nuestros hijos los que mueran en el Estrecho”. Hasta el 14 de noviembre han llegado a España, por tierra y por mar, 55.949 inmigrantes, más del 90% procedentes de Marruecos, lo que supone un incremento del 142% respecto al mismo periodo del año pasado.
Por otro lado, el viaje de Sánchez a Rabat, que se produce cinco meses después de su llegada a la Moncloa, ha servido también para impulsar una Reunión de Alto Nivel (RAN) en 2019. La última RAN se celebró en 2015 en Madrid y se esperaba que la siguiente tuviese lugar en Marruecos para 2016. Finalmente, en 2019 también se organizará un foro empresarial hispano-marroquí. Además, se ha acordado impulsar el tercer cable submarino por el Estrecho para conectar los respectivos mercados eléctricos.
Sánchez ofreció también en Rabat la opción de presentar una candidatura conjunta para el mundial de fútbol de 2030 en la que irían de la mano España, Marruecos y Portugal. El presidente español ensalzó «el buen nivel y excelente momento» de las relaciones bilaterales.
Antes de ser recibido por el monarca, Sánchez y su homólogo Saadedín el Otmani, acompañados por sus respectivos ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska y Abdelouafi Laftit, se reunieron en la sede de la Presidencia del Gobierno marroquí y atendieron a los medios durante una breve y caótica comparecencia. Los dos jefes de Gobierno elogiaron la cooperación en la lucha contra la inmigración irregular y han coincidido en que se trata de una “responsabilidad compartida” que requiere aumentar la ayuda al desarrollo de los países de origen y tránsito de los inmigrantes y combatir a las mafias.
Aunque Sánchez ha subrayado su “plena satisfacción” con la actitud de Rabat ante las devoluciones de marroquíes llegados irregularmente a España, ha pedido que se aumente el cupo de retornados, después de que Rabat redujera sin explicaciones hace varias semanas de 25 a 10 los aceptados diariamente en las fronteras de Ceuta y Melilla. En lo que va de año, Marruecos ha aceptado la repatriación de 3.400 marroquíes, frente a los más de 6.000 llegados a España. El año pasado fueron devueltos 4.450. Ambos Gobiernos han acordado “reforzar la política de retorno”, aunque sin ofrecer cifras concretas.
Sánchez se ha comprometido a que España siga siendo la mejor “aliada” de Rabat en el seno de la UE. El objetivo es que la ayuda de 140 millones de euros aportada por los 28 para reforzar el control de Marruecos sobre sus propias fronteras se convierta en un fondo estructural en las perspectivas financieras de la Unión para el período 2021-27. “La Unión Europea tiene que volcar más recursos en Marruecos”, ha subrayado el presidente español.
El Otmani ha defendido la “integridad territorial y soberanía” española, aludiendo sin citarlo al desafío independentista catalán, y a continuación ha agradecido el apoyo de España a las tesis de Marruecos sobre el Sahara. Sánchez ha matizado que España defiende la resolución de ese conflicto en el marco de la ONU y que esa posición, que ha calificado como “política de Estado”, ha sido mantenida desde hace décadas por Gobiernos de distinto color político.
El viaje del presidente se alargó apenas ocho horas, desde las diez de la mañana a las seis de la tarde. Sánchez tiene previsto regresar a Marruecos el 10 de diciembre para participar en la cumbre sobre inmigración de Naciones Unidas que tendrá lugar en Marrakech.