SORAYA MELGUIZO. EL MUNDO.- Todavía es sólo un borrador pero la última propuesta de Matteo Salvini en su guerra abierta contra las ONG que trabajan en el rescate de personas en el Mediterráneo podría estar a punto de escribir un nuevo capítulo en Italia. El ministro del Interior italiano quiere multar a quienes colaboren sin autorización en el salvamento de migrantes con hasta 5.500 euros por persona rescatada. La propuesta forma parte de un nuevo decreto de seguridad impulsado por el líder de la Liga que otorgaría más poder a su ministerio en la gestión de la inmigración irregular. La ONU ha solicitado al Gobierno italiano que retire la iniciativa por considerarla una«potencial» violación de los derechos humanos de los inmigrantes.
El primer artículo del borrador de este nuevo paquete de medidas en estudio, que se unirían al decreto sobre inmigración y seguridad aprobado en septiembre, establece multas a aquellas organizaciones que rescaten inmigrantes sin seguir las instrucciones de las autoridades de la zona donde tenga lugar el auxilio o las de su país de bandera. Las sanciones previstas van desde los 3.500 hasta los 5.500 euros por cada inmigrante rescatado y transportado en Italia, así como la suspensión de uno a 12 meses del permiso de navegación o su cancelación definitiva en el caso de que se trate de un barco con bandera italiana.
El Gobierno de coalición italiano se muestra dividido ante la última propuesta del ministro del Interior. Durante la última semana, Salvini presionó para que el decreto ley fuera aprobado con carácter «urgente» en el Consejo de Ministros que se reunirá este lunes. Sin embargo el Movimiento Cinco Estrellas, socio mayoritario en la coalición de Gobierno con la Liga, rechazó poner encima de la mesa esta propuesta antes de las elecciones europeas ue en Italia se celebrarán este domingo. Entre otras cosas porque el borrador, que contiene una decena de artículos, prevé un recorte de las competencias del Ministerio de Infraestructuras, actualmente en manos del M5E.
En este sentido la iniciativa prevé que la gestión naval de las embarcaciones que navegan en aguas territoriales, una competencia que en la actualidad corresponde al Ministerio de Infraestructuras, pase al ministro del Interior. De esta forma Salvini será el responsable último de abrir o cerrar los puertos a los barcos de las ONG. El borrador incluye además unos tres millones de euros adicionales destinados a las fuerzas del orden así como el uso de las interceptaciones telefónicas en las investigaciones contra la inmigración irregular, y otras medidas en materia de seguridad.
A pesar de que por el momento se trata sólo de una propuesta,el anuncio ha despertado inquietud dentro y fuera de Italia. En una misiva dirigida al ministro de Exteriores italiano, Enzo Moavero, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos solicitó al Gobierno que rechace la iniciativa por considerarla «potencialmente en grado de comprometer los derechos humanos de los migrantes, incluidos de los solicitantes de asilo y las víctimas o potenciales víctimas de detenciones arbitrarias, tortura, tráfico de seres humanos y otras graves violaciones de derechos humanos». Pero Matteo Salvini no parece dispuesto a dar ni un paso atrás. «Que las autoridades de la ONU dediquen sus energías a la emergencia humanitaria en Venezuela en lugar de hacer campaña en Italia», dijo desde su penúltimo mitin electoral este fin de semana.
Este domingo, mientras el líder de la Liga defendía su cruzada contra las ONG y su política de cierre de fronteras, un grupo de 48 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por una embarcación de la ONG Sea Watch desembarcaron en la isla siciliana de Lampedusa después de que el fiscal jefe de Agrigento, Luigi Patronaggio, diera su autorización. El barco llevaba cuatro días parado frente a las costas italianas y los inmigrantes, entre los que se encontraba una mujer embarazada, habían amenazado con saltar al agua. Este lunes el fiscal ha ordenado la incautación provisional de la embarcación de la ONG alemana y ha abierto una investigación contra el capitán del barco.
Salvini, que no sabía que los inmigrantes serían desembarcados, asistió anoche sorprendido y en directo a las imágenes del desembarco mientras era entrevistado en un programa de televisión y anunció su intención de denunciar al fiscal por favorecer la inmigración clandestina. «Tengo intención de denunciar por favorecer la inmigración clandestina a cualquiera que dé la disponibilidad para que desembarquen los inmigrantes desde un barco fuera de la ley. Y esto vale también para cualquier órgano del Estado».