EFE. LA VANGUARDIA.- El primer ministro holandés, Mark Rutte, propuso este jueves que los países «de la Europa más occidental» que rechacen acoger a solicitantes de asilo reinstauren los controles fronterizos con los Estados de la Unión Europea (UE).
«No es aceptable que unos pocos países reciban a la mayoría de los refugiados. Lo que nosotros, como países occidentales podemos hacer es reintroducir nuestros propios controles fronterizos entre esta parte de Schengen y la otra», aseguró el liberal.
En los últimos años, la Unión Europea ha sido incapaz de reformar su política común de asilo para la redistribución de refugiados y muchos países, como Holanda, consideran que los solicitantes de asilo deben convertirse en una responsabilidad conjunta de toda la UE.
Sin embargo, otros, como Polonia, Hungría o la República Checa, son reacios a acoger inmigrantes y refugiados en su territorio.
Rutte considera que «muchos de esos países de Europa son miembros del área (de libre circulación) Schengen y están orgullosos de ello», pero advierte de que «esta membresía también tiene la consecuencia de que deben mostrar solidaridad» con sus colegas europeos o arriesgarse a volver a estar aislados por controles de pasaporte.
El primer ministro holandés aseguró que ya discutió estos planes de «amenazar con la introducción de fronteras dentro del área Schengen» con el presidente francés, Emmanuel Macron, e informó de que lo hablará con su homóloga alemana, Angela Merkel, en Berlín, donde tiene planeado viajar la tarde de este jueves.
En declaraciones a la televisión holandesa NOS, Rutte también subrayó que su visión sobre la UE ha cambiado en los últimos tiempos: «Europa es mercado y moneda, pero se ha agregado un punto más, la seguridad», apuntó.