El país danés ya extraditó en diciembre a otro responsable de la masacre
EFE. LA VANGUARDIA.- El Gobierno de Ruanda negocia con el de Dinamarca la extradición del exdirector de la Autoridad de Aviación Civil ruandesa Sylevere Ahorugeze, para juzgarle por su papel en el genocidio de 1994, confirmó hoy a Efe la Fiscalía del país africano.
“Ahorugeze ha vivido durante años en libertad en Dinamarca, incluso cuando tenemos pruebas suficientes para juzgarle por su rol en el genocidio contra los tutsis”, dijo hoy a EFE una fuente de la Fiscalía por teléfono.
Ruanda ya había pedido a Dinamarca la entrega de quien era el encargado del aeropuerto internacional de Kigali en 1994, pero la Fiscalía indicó que han retomado las conversaciones para que su extradición sea efectiva.
Ahorugeze es catalogado como un sospechoso de primer nivel por Ruanda, que le acusa de su papel en la matanza de 25 personas de una misma familia el primer día del genocidio y figura en la lista de fugitivos del genocidio de la Interpol .
El exdirector de la Autoridad Ruandesa de Aviación Civil huyó a Dinamarca, que no tiene convenios de extradición con Ruanda, al finalizar la matanza. Ahorugeze fue arrestado en 2006 por las autoridades danesas y se presentaron cargos formales contra él por el asesinato de los 25 tutsis en un suburbio de Kigali, pero tras once meses en custodia, se retiraron los cargos por falta de pruebas y fue puesto en libertad.
En 2008 fue detenido de nuevo, esta vez en Estocolmo, después de realizar unos trámites en la Embajada ruandesa en Suecia, y la Justicia sueca le puso bajo custodia hasta que se resolviese una posible extradición.
Ahorugeze apeló ante el Tribunal de Derechos Humanos Europeo, alegando que en Ruanda no iba a recibir un juicio justo, y en 2011 esta corte decidió que su extradición no “violaría la prohibición de un trato inhumano o degradante ni su derecho a un juicio justo”.
Pero la extradición no se ha hecho aún efectiva porque Suecia lo liberó en 2011, antes de que saliese esa sentencia, y volvió a Dinamarca, donde esta devolución solo es posible si hay un pacto explícito entre los dos Gobiernos.
Dinamarca ya extraditó el pasado 11 de diciembre a otro supuesto responsable de la masacre, Wenceslas Twagirayezu, de 50 años, sobre el que pesan acusaciones de genocida, exterminador y autor de crímenes de lesa humanidad.
Solo 22 de los 1.000 fugitivos buscados por el genocidio han sido extraditados a Ruanda, según datos de la Fiscalía divulgados el pasado diciembre.
Ruanda se prepara este año para la celebración del 25 aniversario del genocidio, en el que entre 500.000 y un millón de tutsis y hutus moderados (entre el 20 y 40 % de la población total), según distintas fuentes, fueron masacrados, con machetes y armas de fuego, por milicias, soldados del Ejército y la población civil.
El 70 por ciento de las víctimas mortales pertenecía a la etnia tutsi y fue asesinado por extremistas hutus durante la matanza, que duró del 7 de abril al 15 de julio de 1994.
El detonante del genocidio fue la muerte del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, cuando el avión en el que viajaba fue derribado el 6 de abril de 1994 poco antes de aterrizar en el aeropuerto de Kigali.
