OK Diario.- La diputada de Vox por Sevilla en el Congreso de los Diputados, Reyes Romero, ha denunciado este viernes un intento de atropello en Vallecas el pasado 7 de abril, minutos antes de que comenzara el acto en la Plaza Roja, por portar una mascarilla que lucía la bandera de España.
En una entrevista para La Redacción Abierta de El Toro TV, Romero ha manifestado que «nos han acusado de ir a provocar al barrio de Vallecas». «Pero yo estuve allí ese día, y por llevar una mascarilla con la bandera de España me quisieron atropellar en un paso de peatones».
La diputada ha denunciado la doble vara de medir del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en Sevilla y en Vallecas. En el barrio madrileño se permitió que «los que nos estaban agrediendo y tirando adoquines» se situaran, como comprobó el presidente de Vox, Santiago Abascal, a escasos «18 pasos». Sin embargo, en Sevilla se impidió que los vecinos se acercaran a escuchar la rueda de prensa pública de Abascal en la Plaza Nueva del Ayuntamiento.
«Marlaska, a través de la Delegación del Gobierno, rodeó toda la plaza con coches de la Policía y no permitió que los sevillanos se acercaran al acto», señala Romero. Vox ha presentado una querella contra el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y contra la entonces delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, por coacción, abuso de poder y prevaricación en el «desorbitado» despliegue policial.
«Quiero que sepa todo el mundo, empezando por los que os acusan, que nosotros no tenemos veto en ningún lugar de España y nos vamos a mover. No nos da miedo lo que nos digan y no nos dan miedo las agresiones», ha advertido Romero.
Más ataques a Vox
Este jueves, la portavoz adjunta y secretaria general del Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha denunciado un ataque coordinado de la izquierda radical en Las Gabias (Granada) contra una concejal de Vox en el municipio, Sonia Sánchez, a la que han tildado de «nazi fascista» y «fachorra» en varias pintadas.
Un ataque que también ha tenido réplica en el cuartel de la Guardia Civil, cuya fachada rezaba «odio a los azules y también a los picolos», es decir, odio a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. Los vándalos han quemado también dos vehículos.