Las medidas tomadas en los centros educativos a principio de curso han evitado cualquier altercado en la localidad donde residían los terroristas
LA VANGUARDIA.- El departamento de Ensenyament de la Generalitat no tiene constancia de ningún episodio de xenofobia en las escuelas e institutos de Ripoll, casi ocho meses después de los atentados de Barcelona y Cambrils, perpetrados por jóvenes de la localidad.
El departamento se muestra “muy satisfecho” con los efectos que han tenido las diferentes medidas que se tomaron a principio de curso para evitar el conflicto en las aulas. El director de los servicios territoriales en las comarcas gerundenses, Josep Polanco, reconoce que afrontaban una situación “muy complicada”, pero felicita a todos los centros por “el buen trabajo” que ha llevado a cabo.
“El talante que hay por parte de toda la comunidad educativa es de querer superar la situación”. El buen balance que hace el Gobierno a poco más de dos meses de terminar el curso ha hecho que se plantee la opción de aplicar estas medidas a otras poblaciones catalanas.
Las medidas que tomó Ensenyament en las escuelas e institutos de Ripoll y alrededores después de los atentados de Barcelona y Cambrils han surgido efecto. Y es que en ocho meses no se tiene constancia de ningún caso de discriminación en las aulas por motivos de raza, más bien al contrario.
Según explica el director de los Servicios Territoriales de Enseñanza en Girona, Josep Polanco, los alumnos “están respondiendo muy bien” ante una situación que al inicio era “desconocida y complicada”. “Los profesores nos corroboran que los estudiantes se adaptan a todas las formaciones y actividades” explica.
Polanco destacó el interés que existe por parte de la comunidad educativa y de la ciudadanía de Ripoll para “superar esta situación”, y volver “a la normalidad”. Sin embargo, el director de Enseñanza en Girona reconoce que “no será un proceso fácil”, a pesar de las “buenas sensaciones” que les han dejado estos meses posteriores a ataques.
Desde el departamento explican que hacen constantes reuniones con diversos actores para de “mantener un seguimiento” de la situación tanto a nivel educativo como social. “Nos vemos cada tres o cuatro semanas, y nos preocupa que todo siga como está yendo hasta ahora. El trabajo se está haciendo muy bien”, celebra Polanco.
Ensenyament puso en marcha varios programas formativos para docentes, a fin de tratar el duelo y la diversidad religiosa en las aulas. De este modo se ha intentado cohesionar una comunidad educativa que quedó “muy tocada” a raíz de los atentados perpetrados por vecinos de la ciudad.
Este programas no se limitaron a la capital de la comarca sino también a otras localidades del Ripollès que se ‘han querido añadir. Polanco destaca la “buena predisposición” de los centros, que ha contribuido a normalizar una situación “complicada” .
Todo ello para ayudar a los 930 niños y niñas de primaria y los 360 jóvenes de secundaria que desde el 12 de septiembre han llenado las aulas de las escuelas e institutos de Ripoll. “Había que actuar rápidamente, ya que los estudiantes han planteado preguntas y dudas sobre los atentados que los profesores han tenido que responder y gestionar”, remachó Polanco.
Después de ver los resultados que se han conseguido en Ripoll, el director de los Servicios Territoriales de Ensenyament en Girona ha explicado que se han planteado llevar este sistema a otros municipios con casuísticas similares. “En todo caso se valorará caso por caso, pero esta formación ha ido muy bien tanto a maestros como alumnos”, ha concretado.
Polanco, sin embargo, ha reivindicado que para que el modelo haya sido exitoso ha sido necesaria la implicación de la comunidad educativa. “Ellos mismos toman iniciativa a la hora de realizar actividades que pueden ayudar a los alumnos, y que además pueden tener continuidad fuera”, señala el director.