ENRIQUE VILLAGÓMEZ. EL FINANCIERO.- La defensora de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, se quejó por la discriminación que sufre en aeropuertos mexicanos, pues afirma que cada vez que llega a uno de ellos, es sometida a “inusuales revisiones” por parte de los agentes aduanales.
“Seguramente esas personas no ven las noticias ni leen los periódicos, por eso no me conocen y no saben quién soy, o a lo mejor me tratan así porque me ven indígena y han de pensar que cómo le hago para viajar en avión”, expresó la también embajadora de Buena Voluntad por parte de la Unesco.
Durante su participación en el foro sobre Derechos Humanos y Acceso a la Justicia para Mujeres con Enfoque Intercultural que organizó la Secretaría de la Mujer en Guerrero, la ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992, pidió a los servidores públicos que entiendan su profesión como un servicio a la comunidad, y no un medio para ejercer un poder absoluto sobre el derecho que tienen las personas.
Afirmó que a pesar de los avances tecnológicos y el interés de muchos personas, porque no existan diferencias sociales y muchos menos actitudes discriminatorias por temas como el color de la piel, origen o el lenguaje, lo cierto es que se sigue presentando sobre todo entre servidores públicos que tienen la responsabilidad de hacer lo más correcto su trabajo, pero que ya en la realidad esto no sucede.
Citó como ejemplo su propio caso cada vez que viene a México, donde incluso ha llegado a ser revisada hasta en tres ocasiones por los agentes aduanales de los aeropuertos, los cuales sin duda se dejan guiar por su apariencia de mujer indígena.
Durante su exposición ante un nutrido grupo de mujeres procedentes de diversas etnias del estado, Rigoberta Menchú se solidarizó con el pueblo guerrerense ante las afectaciones que provocaron los fenómenos naturales Ingrid y Manuel, reconociendo la capacidad que tiene esta sociedad para levantarse de una desgracia tan fuerte como esa.
