Recibe una brutal paliza por llevar una camiseta del Sporting de Gijón

, | 16 julio, 2017

El joven ha denunciado la agresión en las redes sociales para localizar al agresor

LA VANGUARDIA.- Miguel, de Pamplona, ha sido víctima de una paliza durante la fiesta de los Sanfermines. Aunque cualquier causa estaría injustificada, el hecho de que fuese por lucir una camiseta de un equipo de fútbol lo convierte en acto todavía más deleznable. A través de las redes sociales, el joven ha decidido contar su historia para conseguir testigos que le ayuden a identificar al agresor.

Según cuenta Miguel, entró en un bar con unos amigos. Mientras esperaba en la cola del baño, escuchó comentarios sobre su camiseta, del Sporting de Gijón. Antes del primer puñetazo, escuchó: “Puta Sporting”. Lo que vino después fue una paliza, que necesitó de un grupo de personas para separarlos. Los amigos de Miguel lo llevaron al centro médico, donde denunció lo ocurrido ante la Policía Foral. El problema es que su posición de víctima le impide recordar al detalle la apariencia del autor de los golpes y, por eso, se ha hecho eco de la historia en Internet:

 

«Os pido por favor que leáis y compartais esto para que llegue al mayor número de personas posible y podamos evitar que haya más gente que sufra lo que yo he sufrido esta noche del 14 al 15 de julio en Pamplona.

2.30 de la mañana. Acabo de entrar con unos amigos a la Peña Donibane (junto a la Plaza San Francisco) y voy directo al baño. Hay cola (uno de los dos está cegado y desbordado) y me quedo esperando a que del otro salgan dos chicas que acaban de entrar juntas.

Yo iba vestido de blanco y rojo y con una camiseta blanca del Sporting (sí, soy de Pamplona pero me gusta el Sporting) que muchos conoceréis y que cada vez que la llevo en Sanfermines hace que la gente se acerque de forma simpática a animar, vacilar e incluso a sacarse fotos. Pues bien, de repente escucho un grito y me parece entender «Puxa Sporting» (el equivalente al «Aupa Osasuna» de allá) y me dispongo a saludar. Pero no. Era un «Puta Sporting» que me pilló totalmente desprevenido y que llegó acompañado de una serie de puñetazos en la nariz, en la nuca y por todo el cuerpo con toda la fuerza del mundo y de patadas. Yo solo trataba de sobrevivir (y no es una exageración). No podré olvidar nunca sus ojos inyectados de odio y la fuerza con la que me pegaba). Un tipo al que no conozco de nada y con el que no había mediado ninguna conversación previa. Al cabo de unos segundos, entre varios de los jóvenes que había en el bar lograron separarle de mí y unos cuantos, a los que agradezco enormemente su ayuda (personificada en una chica bajita de rizos, a la que me habría gustado dar las gracias en persona), me llevaron junto a mis amigos, me consiguieron rápidamente una bolsa de hielos (mi nariz ya chorreaba sangre) y me condujeron, junto con camareros de la peña, a un almacén detrás de la barra, lejos del peligro y donde me pude reponer un poco.

Un rato después reuní fuerzas para ir al Centro de Consultas San Martín para que me emitieran un parte de lesiones y con él acudí a la Policía Foral a poner la denuncia. El problema es que apenas pude retener datos del agresor, porque bastante hacía con intentar salir vivo. Sólo recuerdo que era calvo o tenía poco pelo. Hay testigos que dicen que llevaba una camiseta oscura (unos dicen que roja, otros que azul), y que iba acompañado de otros tres amigos, uno de ellos vestido con una camiseta de Indar Gorri.

Pero había mucha gente en el bar, y seguro que alguien vio todo, puede aportar algún dato o identificar a ese asesino en potencia que me dio una paliza sólo por llevar una camiseta de un equipo de fútbol. Por favor, si alguien sabe algo ruego que se ponga en contacto conmigo. Por el bien de todos tenemos que acabar con estos comportamientos, con el fútbol como trasfondo o como excusa, de personajes muchas veces defendidos o no perseguidos por los clubes deportivos, que prefieren dejarles tranquilos «porque animan mucho en el estadio». Por supuesto que no estoy señalando a todos los miembros de Indar Gorri, pero es obvio que entre ellos hay ovejas negras ultraviolentas y cuyo cerebro carbura a base de odio.

Son las 7.45. No puedo dormir y cada vez me duelen más partes de mi cuerpo. Mañana va a ser un día muy duro. No entiendo nada, he llorado de dolor y de impotencia, no sé por qué el ser humano puede alcanzar semejantes niveles de delincuencia, y a la par que dolor y rabia siento una tristeza enorme.

Hoy he sido yo por una camiseta del Sporting, pero mañana puedes ser tú por una bandera arcoíris o tú por no aceptar que te meta mano.

Por eso insisto en que este mensaje circule lo máximo posible. Pamplona es pequeño y me gustaría, por el bien de todos, dar con este salvaje y evitar que vuelva a actuar y que siga colaborando en destruir la imagen de las fiestas de esta ciudad.

Gracias a todos.
Miguel.»

HISTÓRICO

Enlaces internacionales