Uno de los cargadores llevaba escrito, entre otras identidades, la de Josué Estebánez, el neonazi español que asesinó a un joven de izquierda en el metro de Madrid
EL PERIÓDICO.- Brenton Tarrant, uno de los terroristas que ha perpetrado la masacre de musulmanes en Nueva Zelanda, había cubierto de inscripciones el fusil de asalto con que disparó contra sus víctimas. Buena parte de esas inscripciones, realizadas con tinta blanca, son nombres de autores de ataques con motivaciones racistas o de ultraderecha, así como de batallas contra los musulmanes. Entre ellos, está el de un español: Josué Estebánez.
Estebánez es un exmilitar y ultraderechista español que actualmente cumple condena en la prisión de Villabona en Asturias por el asesinato del menor antifascista Carlos Palomino, al que mató de una puñalada en noviembre del 2007 en el metro de Madrid. El momento del asesinato quedó grabado por las cámaras de seguridad del metro.
El Tribunal Supremo confirmó la condena a 26 años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid y que fue la primera en que se incluía el agravante de motivos ideológicos. Cuando ocurrieron los hechos, Palomino se dirigía a reventar una manifestación convocada por las juventudes de Democracia Nacional .
Además del nombre de Estebánez, en las armas de Tarrant aparece inscrito el nombre de Luca Traini, un italiano que hirió a seis inmigrantes musulmanes en la localidad de Macerata y que fue condenado a 12 años de cárcel y Alexandre Bissonnette, un admirador de Trump que asesinó a seis personas en una mezquita de Quebec en el 2017.
Entre las inscripciones de las armas del asesino aparecen numerosas generales que detuvieron a ejércitos musulmanes en su avance sobre europa a lo largo de la historia, o las batallas en las que participaron. De nuevo un español, Don Pelayo. O el combate naval de Lepanto en que una liga encabezada por España acabó con la flota turca, y el nombre de Sebastiano Venier, dux de Venecia y que comandó un contingente en aquella batalla. También la batalla de Tours (o de Poitiers) en que los francos detuvieron a los árabes procedentes de Al-Andalus en el 732
Otra inscripción es la de Shipka Pass, una serie de batallas que enfrentó al Ejército Ruso y al Otomano durante la guerra rusoturca. En la relación de onomásticas aparecen los sitios de Antioquía y Acre del siglo XII, en los que los cruzados detuvieron el avance del sultán Saladino, y el sitio de Viena de 1683, en que la carga de los húsares alados polacos del rey Jan Sobieski detuvo el avance del imperio otomano hacia el centro de Europa, además del nombre de uno de los nobles polacos que participaron en él, Félix Kazimierz Potocki. Quizá por error, el asesino ha incluido también una derrota en frente a los turcos al recoger el nombre de Segismundo de Luxemburgo, el emperador germánico y rey de Hungría al que las tropas otomanas batieron en la batalla de Nicópolis en el siglo XV. Pero también a Jan Hunyadi, regente de Hungría que detuvo al sultán turco en Belgrado unos años más tarde.
El panteón islamófobo de inscrito en el fusil del asesino es exhaustivo: incluye la expresión ‘Turkofagos’ (devorador de turcos, el mote de un guerrillero independentista griego que se enfrentó a las tropas otomanas) y el del varios bandidos balcánicos que también combatieron a los turcos.