Cope.- Con nocturnidad y alevosía. Así han actuado uno o varios desconocidos que retiraron durante la madrugada del pasado sábado las banderas de España, de Castilla y León y de Europa de la balconada del Ayuntamiento de Treviño, en la provincia de Burgos. Después de retirar las banderas, las quemaron y colocaron una ikurriña, la bandera del País Vasco, en su lugar. La Guardia Civil se encuentra investigando estos hechos.
No es la primera vez en la que los vecinos de Treviño demuestran su preferencia por integrarse en el País Vasco en lugar de pertenecer a Castilla y León. Hasta los propios corporativos del Ayuntamientohan llevado a pleno iniciativas para anexionarse a Álava.
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha condenado «enérgicamente» la quema de estas banderas, calificándola como un «acto que incita al odio y a la división», socavando los principios de convivencia pacífica. En una grabación, Sen ha reaccionado ante la denuncia planteada por el alcalde de Treviño, Adolfo Estavillo, y que ya investiga la Guardia Civil.
«No solo es un desprecio a los símbolos que representan la unión y el respeto de nuestras comunidades, también atenta contra los valores de convivencia y tolerancia que todos compartimos,» argumentó Sen, haciendo un llamamiento para reforzar el diálogo y la cooperación en lugar de recurrir a «acciones destructivas y provocadoras».
Según las primeras investigaciones, los hechos tuvieron lugar supuestamente entre las seis y las ocho de la mañana del pasado día 22, en plenas fiestas de la localidad, cuando una o varias personas se encaramaron al balcón de la Casa consistorial, posiblemente con una escalera, y retiraron las enseñas, que posteriormente aparecieron en las inmediaciones quemadas. La ikurriña, que fue retirada ayer, había sido colocada en su lugar.
El alcalde de la localidad, Adolfo Estavillo, ha presentado este lunes una denuncia, y la unidad de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Álava está investigando lo sucedido como un delito de daños.
«No permitamos que actos aislados de odio definan quienes somos como comunidad. Debemos responder con firmeza y con un compromiso renovado hacia la convivencia pacífica y el entendimiento mutuo,» añadió el delegado del Gobierno, instando a los ciudadanos a rechazar estos comportamientos y trabajar juntos para conseguir «un futuro basado en la paz y el respeto mutuo».
