Un grupo de concentrados en apoyo a un asesino y otro de personas sentadas en una terraza iniciaron una discusión que acabó en las manos
NAVARRA.COM.- Sobre las 20.30 horas del sábado, unos 750 jóvenes abertzales se concentraron de manera ilegal en la plaza del Castillo de Pamplona para mostrar su apoyo al etarra asesino de Tomás Caballero, en huelga de hambre y que recientemente pidió el alta hospitalaria porque quería volver a la cárcel para fumar y ver la televisión.
Los radicales, que estos días han tratado de envolver a Pamplona en un clima de violencia, se dividieron en dos columnas individuales, en las que iban circulando por la plaza mientras voceaban sus consignas en favor de uno de los terroristas más violentos de ETA.
En un primer momento, un grupo de estos abertzales fue increpado por algunos de los clientes de una terraza de la plaza del Castillo, que criticaron su concentración ilegal en el centro de Pamplona para alabar a Patxi Ruiz, preso en Murcia.
En ese instante inicial, la discusión no llegó a mayores. Pero cuando los mismos jóvenes, una vez dada la vuelta a la plaza, volvieron a pasar por el mismo sitio, la tensión fue en aumento hasta que las palabras dieron paso a los golpes.
Abertzales y clientes del bar comenzaron entonces una pelea en la que se lanzaron sillas y mobiliario del establecimiento de hostelería pamplonés, y que motivó la intervención de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Primeramente, agentes de la Policía Foral se colocaron entre los dos grupos para separarlos y poner fin a la disputa. Más adelante, ante el ánimo provocador y violento de los radicales abertzales, los antidisturbios de la Policía Nacional llevaron a cabo varias cargas para intentar disolver a los concentrados.
UN DETENIDO
Durante esos altercados, incluso algunos padres que se encontraban paseando por el centro de la capital navarra con sus niños pequeños tuvieron que protegerlos para que no les ocurriera nada, mientras los abertzales continuaban inicitando a la violencia en la plaza del Castillo.
Según la Delegación del Gobierno en Navarra, que dio alas a esta facción de la izquierda abertzale al permitir sus dos primeras concentraciones en el barrio pamplonés de la Chantrea, se produjo el arresto de una persona.