Euronews.– No es la primera vez y no será la última. Los retrasos en la aprobación de la primera ley de Italia sobre delitos de odio contra personas LGBT y otros grupos, incluidos los discapacitados, provocan protestas en todo el país.
Miles de personas se reunían en una de las plazas más grandes de Roma, exigiendo que se les tenga en cuenta.
«No podemos cogernos de la mano en público. Vivir en un lugar donde no hay una ley que nos defienda es una pesadilla. Queremos ser libres para vivir como lo hacen otras personas, sin sentirnos constantemente ansiosas y asustadas todo el tiempo», decía una mujer, que quiso guardar el anonimato.
«Como persona discapacitada, veo la nueva ley como una herramienta para ser reconocido y reconocible cuando ocurren actos de violencia y discriminación», señalaba Giacomo Di Foggia, discapacitado.
Hace unos meses Orazio Rotolo fue víctima de un crimen de odio, en un ataque verbal y físico. Al recordar ese momento nos cuenta por qué decidió no denunciar el caso: «Si hubiera habido una ley entonces, habría denunciado el caso. Decidí no denunciarlo porque pensaba que nadie iba a escuchar mi historia y reconocerla, y que al final las autoridades no harían nada al respecto».
«Italia sigue siendo uno de los pocos países europeos que no ha aprobado una ley que castigue la discriminación y la violencia homofóbicas. Mientras estas personas salían a la calle instando al Parlamento a abordar el problema, los delitos de odio contra las personas LGBT siguen siendo un motivo de preocupación aquí en Italia», explicaba Giorgia Orlandi, corresponsal de Euronews en Roma.
A favor y en contra de la ley
Hubo protestas y contraprotestas. En contra de la ley, los partidos de extrema derecha y la Iglesia católica.
Ayuda a las víctimas
Según distintas asociaciones, en Italia se produce algún episodio violento contra personas del colectivo LGBT cada tres días.
Circolo Mario Mieli es una asociación, con sede en Roma, que ofrece apoyo psicológico y servicios de ayuda en línea para las víctimas de delitos de odio. Allí los voluntarios atienden un promedio de 60 llamadas a la semana. Dada la falta de una ley específica que cubra estos casos, también brindan asesoría legal.
«Este Gobierno estará en el cargo un año y medio más. No queda mucho tiempo, si se modifica la ley propuesta, hay que enviarla de vuelta a la Cámara Baja para su aprobación. Pero sabemos que en otoño la prioridad será el proyecto de ley de presupuesto. Si esto sucede, no queda tiempo para pasarlo. Por lo tanto, instamos al Parlamento a que apruebe la versión original de inmediato», afirmaba Claudio Mazzella, presidente de Circolo Mario Mieli.
Aunque la ley ha recibido el visto bueno de la comisión de justicia del Senado, aún no se ha fijado una fecha para el debate en la Cámara Alta. Muchos temen que los políticos de extrema derecha, incluido el partido de la Liga, retrasen aún más su aprobación.
Miles de personas se reunían en una de las plazas más grandes de Roma, exigiendo que se les tenga en cuenta.
«No podemos cogernos de la mano en público. Vivir en un lugar donde no hay una ley que nos defienda es una pesadilla. Queremos ser libres para vivir como lo hacen otras personas, sin sentirnos constantemente ansiosas y asustadas todo el tiempo», decía una mujer, que quiso guardar el anonimato.
«Como persona discapacitada, veo la nueva ley como una herramienta para ser reconocido y reconocible cuando ocurren actos de violencia y discriminación», señalaba Giacomo Di Foggia, discapacitado.
Hace unos meses Orazio Rotolo fue víctima de un crimen de odio, en un ataque verbal y físico. Al recordar ese momento nos cuenta por qué decidió no denunciar el caso: «Si hubiera habido una ley entonces, habría denunciado el caso. Decidí no denunciarlo porque pensaba que nadie iba a escuchar mi historia y reconocerla, y que al final las autoridades no harían nada al respecto».
«Italia sigue siendo uno de los pocos países europeos que no ha aprobado una ley que castigue la discriminación y la violencia homofóbicas. Mientras estas personas salían a la calle instando al Parlamento a abordar el problema, los delitos de odio contra las personas LGBT siguen siendo un motivo de preocupación aquí en Italia», explicaba Giorgia Orlandi, corresponsal de Euronews en Roma.
A favor y en contra de la ley
Hubo protestas y contraprotestas. En contra de la ley, los partidos de extrema derecha y la Iglesia católica.
Ayuda a las víctimas
Según distintas asociaciones, en Italia se produce algún episodio violento contra personas del colectivo LGBT cada tres días.
Circolo Mario Mieli es una asociación, con sede en Roma, que ofrece apoyo psicológico y servicios de ayuda en línea para las víctimas de delitos de odio. Allí los voluntarios atienden un promedio de 60 llamadas a la semana. Dada la falta de una ley específica que cubra estos casos, también brindan asesoría legal.
«Este Gobierno estará en el cargo un año y medio más. No queda mucho tiempo, si se modifica la ley propuesta, hay que enviarla de vuelta a la Cámara Baja para su aprobación. Pero sabemos que en otoño la prioridad será el proyecto de ley de presupuesto. Si esto sucede, no queda tiempo para pasarlo. Por lo tanto, instamos al Parlamento a que apruebe la versión original de inmediato», afirmaba Claudio Mazzella, presidente de Circolo Mario Mieli.
Aunque la ley ha recibido el visto bueno de la comisión de justicia del Senado, aún no se ha fijado una fecha para el debate en la Cámara Alta. Muchos temen que los políticos de extrema derecha, incluido el partido de la Liga, retrasen aún más su aprobación.
