«El feminismo no mata a nadie. El machismo mata todos los días» era uno de los principales mensajes de las pancartas de esta concentración, en la que también tomaron la palabra activistas del movimiento feminista como Caroline de Haas
EFE. PÚBLICO.- El aumento de los crímenes machistas en Francia, con 74 delitos contabilizados desde comienzos de año, ha dado lugar a protestas de asociaciones de familias y organizaciones feministas, que junto con muchos parlamentarios reclaman medidas urgentes.
Varios cientos de personas se concentraron en la plaza de la República para exigir al presidente, Emmanuel Macron, y a su Gobierno que movilicen más medidas contra ese fenómeno, convocadas en particular por familiares de mujeres asesinadas por sus parejas o antiguos compañeros.
«Cuánto piensa que vale la vida de una mujer en 2019 en Francia», le preguntó a Macron en una breve intervención la actriz Muriel Robin, que desde hace tiempo ha puesto su notoriedad al servicio de esa causa y es la cabeza más visible del movimiento.
«El feminismo no mata a nadie. El machismo mata todos los días» era uno de los principales mensajes de las pancartas de esta concentración, en la que también tomaron la palabra activistas del movimiento feminista como Caroline de Haas.
La página de Facebook «Feminicidios por compañeros o ex» es la que lleva la contabilidad de las 74 mujeres muertas por violencia machista desde el 1 de enero.
El último de estos asesinatos ocurrió el viernes en Perpiñán. Tenía 32 años y era madre de cuatro hijos, tres de los cuales estaban presentes en el domicilio familiar cuando ocurrió el suceso. El presunto autor del crimen, de una cuarentena de años, se encuentra detenido.
Esas estadísticas indican que es un fenómeno en crecimiento, ya que, de acuerdo con el Ministerio del Interior, en todo 2017 habían resultado asesinadas 130 y 123 en 2016.
Muriel Robin se mostró escandalizada este sábado por la escalada y advirtió de que a este ritmo se va a llegar al umbral de las 140 en 2019: «es abominable». La actriz denunció el «abandono» por parte de las autoridades y se quejó de que en los últimos meses no hayan hecho nada más que mostrar interés por la pulsera electrónica, pero sin que se haya generalizado su uso a las mujeres amenazadas.
Feminismo en política
También han interpelado al jefe del Estado más de 150 senadores, que en un artículo publicado este viernes en Libération le reclaman que cumpla con la promesa de hacer de esa cuestión una prioridad política de su mandato.
Y tras constatar que «en este terreno nuestro país patina en lugar de avanzar», los senadores insisten en que «vencer esta plaga es sobre todo una cuestión de recursos financieros y humanos».
Se quejan de que las pulseras electrónicas prometidas por la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, «deberían haber estado disponibles, en gran número desde hace mucho tiempo» y exigen magistrados, policías y gendarmes especializados en todo el territorio, así como residencias de urgencia para las mujeres.
En una línea paralela, de Haas presentó una lista de cinco medidas inmediatas que el Gobierno de Macron debería poner en marcha antes de las vacaciones de verano. La primera de todas, protección sistemática para las mujeres amenazadas. Para ilustrar el carácter insuficiente de las medidas que se dictan actualmente, la militante feminista hizo notar que son sólo 1.300 cada año en Francia, cuando en España son más de 20.000.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, la secretaria de Estado para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Marlène Schiappa, mostró su solidaridad con los manifestantes, dijo que comparte el enfado de las víctimas y de las familias a las que garantizó el apoyo en su lucha y «la determinación del Gobierno».