La juez le imputa delitos de atentado a la autoridad, amenazas, lesiones y daños tras ser sancionado seis veces en mes y medio por saltarse las medidas del estado de alarma
RICARDO COARASA. LA RAZÓN.- Una juez ha enviado a prisión a un hombre que la madrugada del pasado viernes se enfrentó en el municipio de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) a dos guardias civiles a los que amenazó e intentó agredir tras escupirles diciéndoles que estaba contagiado por Covid. Desde el pasado 23 de marzo, ha sido sancionado seis veces en apenas mes y medio por incumplir las restricciones del estado de alarma. La magistrada ha acordado la prisión sin fianza, a instancia de la Fiscalía y de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), al apreciar “serios y notables indicios” de la comisión de delitos de atentado a la autoridad, amenazas, lesiones y daños.
Según relata en su resolución -a la que ha tenido acceso LA RAZÓN- la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ejea, Carmen García Anciso, el hombre -que cuenta con numerosos antecedentes penales- fue sancionado por la Policía local de la citada localidad pasada la medianoche del pasado día 8 cuando se encontraba en la calle “sin causa justificada”, por lo que fue sancionado administrativamente por incumplir las restricciones de movilidad del estado de alarma. Los agentes le advirtieron de que si la desobediencia fuese reiterada podría ser detenido por delito de desobediencia, “respondiendo el investigado amenazando” a los municipales, a quienes se dirigió diciéndoles: “Venid si tenéis huevos” y “ya nos veremos, que no sabéis quién soy”.
Diez minutos después, tuvo otro encontronazo, ahora con dos guardias civiles que prestaban servicio de seguridad ciudadana y que tras identificarlo le preguntaron qué hacía en la vía pública, “respondiendo el investigado de manera violenta llegando a amenazarlos” diciéndoles: “Voy a llamar a mis hermanos para mataros, que conmigo no se mete nadie”. Tras comunicarle que iba a ser sancionado por incumplir el estado de alarma, respondió a gritos: “¡Tengo Covid iros a tomar por el culo!”.
Según las fuentes consultadas el hombre llegó a coger un tablón de madera para intimidarles y, tras un primer amago para tratar de intimidarles, lo acabó lanzando contra ambos, aunque no les alcanzó. Cuando intentaba recoger el tablón para volver a lanzárselo, fue detenido.
Avisada la patrulla de la Guardia Civil, ésta acude al lugar mientras el hombre “sigue mostrando una actitud violenta, forcejeando el mismo con los agentes tras agredir” a los guardia civiles “lanzándoles una madera, arremetiendo contra ellos físicamente”, por lo que dos de ellos resultan heridos en el forcejeo y causa además daños materiales a otro agente mientras seguía amenazándoles al grito de “os vais a acordar de mí, os voy a a matar, a mí no me conocéis hijos de puta”.
Evitar la reiteración delictiva
“De todo lo anterior puede concluirse que el investigado realiza sus actividades delictivas con habitualidad”, afirma la magistrada en su resolución, en la que hace hincapié en su “actitud violenta”, las “amenazas proferidas” a agentes de la autoridad «y las lesiones causadas a dos guardias civiles, “así como la acción de escupirles manifestado que estaba infectado del virus Covid-19”.
La prisión incondicional, argumenta la juez de Ejea, es “proporcionada y necesaria para evitar que el investigado pueda seguir cometiendo hechos delictivos, evitando de este modo la reiteración delictiva” consistente en incumplir el decreto de alarma.
El abogado de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) Jorge Piedrafita, que defiende a uno de los dos agentes, considera los hechos “graves” porque “además de lesionar físicamente a los agentes, podía haber supuesto la infección por coronavirus de los mismos”, por lo que asegura que ejercerán la acusación particular “con contundencia para que estas conductas lesivas hacia los agentes, mientras garantizan el cumplimiento del estado de alarma y la salud de los ciudadanos, no salgan nunca gratis”.