El Gobierno ha anunciado un plan para que los hijos de los inmigrantes estudien en los centros donde viven y no en las escuelas públicas.
EL ESPAÑOL.- Después de aprobar la polémica ley sobre el Holocausto, Polonia sigue con su deriva autoritaria. El Gobierno quiere ahora implementar un plan educativo para que los hijos de los refugiados estudien en los centros donde viven y no en los colegios públicos. Los dirigentes polacos dicen que esta medida ayudaría a mejorar la enseñanza de todos los alumnos, pero las primeras voces críticas denuncian que se crearían «guetos educativos».
El plan ha sido anunciado en la web del Ministerio del Interior y se explica que serían los gobiernos locales los que decidirían la escolarización de estos niños: o bien podrían mantener el staus quo o profesores particulares se desplazarían hasta los centros de acogida para impartir las clases.
El partido gobernante, Ley y Justicia, mantiene una línea nacionalista en política migratoria y rechaza aceptar la cuota pactada por la UE para acoger a refugiados a pesar de las presiones de Bruselas. En el 2015 volvió a ganar las elecciones con un discurso xenófobo y de rechazo a los refugiados de países musulmanes porque «son portadores de enfermedades y parásitos» en palabras de su líder, Jaroslaw Kaczynski.
En los centros de refugiados de Polonia hay actualmente un total de 1.450 personas, de las cuales 890 son niños, según datos ofrecidos por Jakub Dudziak, portavoz de la Oficina para Extranjeros. La mayoría de la gente que solicita protección internacional en el país centroeuropeo provienen de Chechenia, donde el Islam es la religión mayoritaria.
«Absurda e injusta»
«Algunos niños extranjeros no aprenden ni aunque vayan a la escuela porque están muy lejos de sus compañeros polacos y tampoco tienen material escolar», recoge la propuesta. «Esos factores pueden tener un efecto negativo y desmotivador no solo para los niños extranjeros, que son reacios a ir al colegio, sino también para los polacos».
Los críticos de este plan señalan que Ley y Justicia, que cuenta con el 40% del respaldo de los ciudadanos, ha avivado las hostilidades hacia los inmigrantes por razones electorales. El periódico Dziennik Gazeta Prawna ha calificado esta propuesta de «gueto educativo para los refugiados» y recoge la opinión de Krystyna Starczewska de una experta en educación, que resume la idea como «horrorosa».
La Fundación Helsinki por los Derechos Humanos explicó a la agencia Reuters que «la separación de los dos grupos puede dificultar la integración«. El titular del diario era: «Absurdo e injusto».
El ministro del Interior señaló posteriormente en un comunicado que la propuesta sería revisada porque su objetivo «no es excluir a los niños de los extranjeros, sino ofrecer apoyo durante la fase previa a la escolarización en los colegios polacos».