Israel y EE UU alertan de que la nueva norma puede falsear la historia y coartar la libertad de expresión en la nación centroeuropea
AGENCIAS. EL PAÍS.- El Senado de Polonia ha aprobado este miércoles una la polémica ley que tipifica como delito el uso de la expresión “campos de concentración polacos” para referirse a centros de exterminio, como Auschwitz, situados en el territorio del país centroeuropeo. La iniciativa legal, que ha recibido críticas de Israel y de Estados Unidos, contempla multas y penas de hasta tres años de cárcel para aquellos que se refieran a los campos de concentración nazis en los territorios ocupados como campos polacos o acusen a Polonia de complicidad con los crímenes del Tercer Reich.
El Senado ha aprobado la ley con 57 votos a favor, 23 en contra y dos abstenciones. Antes de entrar en vigor, la normativa deberá ser firmada por el presidente polaco, Andrej Duda. Duda, que tiene el poder de vetar la iniciativa, apeló el pasado lunes al derecho a defender “la verdad histórica” y se mostró sorprendido por la reacción desfavorable que ha provocado en algunos países como Israel.
“No tenemos ninguna tolerancia con la distorsión de la verdad o la reescritura de la historia”, declaró el pasado domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Israel, que pidió la retirada de la ley antes que fuera sometida a votación, ve en la nueva regulación un intento de negar la implicación de Polonia en los planes de exterminio de judíos durante la II Guerra Mundial.
La portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Heather Nauert, también expresó su preocupación por cómo puede afectar la norma a la libertad de expresión.
El actual Gobierno polaco quiere tener base legal para perseguir a aquellos que atribuyan a Polonia responsabilidades en los crímenes del nacionalsocialismo. Desde hace décadas, las autoridades polacas se esfuerzan en transmitir el mensaje de que el Holocausto tuvo lugar, pero que los polacos fueron sus víctimas, no sus responsables.
La ley está especialmente enfocada a periodistas —ya que artistas y académicos no podrán ser perseguidos—, y afecta a todas las personas, “independientemente de las leyes vigentes en el lugar donde se cometa el acto”, según el texto. En el país son ya habituales las denuncias del Gobierno polaco cuando medios extranjeros usan la expresión “campos de concentración polacos” para referirse a Auschwitz, un centro de exterminio ubicado en la Polonia ocupada por los nazis.