Jabbar Campbell estaba celebrando una fiesta en su casa el pasado año, con motivo del Día del Orgullo Gay, cuando de repente la policía irrumpió sin motivo alguno y acabó destrozando media casa (en la cuál se encontraba su negocio además) además de asestarle varios golpes e insultos homófobos.
Durante un año, Campbell fue considerado un criminal, y no ha sido hasta ahora que ha sido absuelto tras no ver un juez indicios suficientes de criminalidad, ni posesión de drogas ni nada de lo que se le acusaba. La Policía de Nueva York, durante el juicio, llegó a admitir que no tenían autorización para irrumpir en la casa.
Campbell ha dicho que después de este año tan horrible que ha pasado, y ahora que se ha demostrado su inocencia, va a denunciar a la Policía de Nueva York por cien millones de dólares: “ha sido muy estresante, de repente, ser considerado un criminal. Ahora sólo miro hacia adelante para recobrar mi vida”.
Al parecer, el abogado de Campbell ha encontrado indicios de que algunos agentes de los que entraron en la fiesta de su cliente, tenían antecedentes de violencia policial y arrestos viciados. También se pudo constatar que una de las cámaras de la entrada al reciento de Campbell había sido ‘anulada’ por uno de los policías implicados en el asalto domiciliario