El alcalde denuncia que un establecimiento de Rota intentó aplicar un coste extra a los alumnos de un taller de salud mental
TRINIDAD PERDIGUERO. EL DIARIO DE SEVILLA.- «¿Si un huésped alemán, francés, inglés, homosexual, diabético…, ocasiona un daño en sus instalaciones, a los demás de su misma nacionalidad, condición sexual o enfermedad también les cobra un extra en las próximas ocasiones? . ¿Está seguro de que en estos momentos no tenga alojado a ningún enfermo mental?». Son algunas de las preguntas sin contestación hasta ahora que Rosario Mislata -monitora del taller de salud mental que el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor y la Fundación Andaluza para la Integración del Enfermo Mental, Faisem, tienen en marcha desde hace más de 25 años en el municipio- ha dirigido al gerente del Hotel Caribe, de Rota, donde, después de darle unos precios para alojar a un grupo de 15 personas, se les quiso cobrar una cantidad adicional al enterarse de que la reserva era para un grupo de este tipo.
Desde el hotel se asegura que no era una cantidad «extra», como insiste la monitora que se le dijo textualmente, sino un «depósito» que podrían recuperar tras su estancia si no dejan daños. En cualquier caso, la polémica ha causado un profundo malestar en el municipio aljarafeño, donde la labor del taller Amanecer es conocida y apreciada por los vecinos. El alcalde, Raúl Castilla (PSOE), ha denunciado, a través de su cuenta de Facebook, lo que considera una «indignante, inmoral y lamentable noticia». «Sobra decir que, siempre, nuestros alumnos han sido ejemplares y cariñosos con el personal de cada hotel que han pisado (incluso en este mismo donde estuvimos en 2013). El problema profundo es de concienciación y etiquetas», ha defendido. «Esta es una discriminación inadmisible que afecta a nuestros vecinos más vulnerables y por tanto a todos nosotros y a nuestra comarca porque tenemos alumnos de todo el Aljarafe. No pararemos hasta conseguir, como mínimo, una disculpa y una rectificación inmediata», añade el regidor.
Según ha explicado la monitora, todos los años hacen una salida vacacional de cinco días y nunca han tenido problemas, ni se han ido de un establecimiento dejando daños. En 2013, ya estuvieron alojados en este hotel de Rota, donde recuerda que se despidieron de «forma emotiva» del personal, regalando algunos de los trabajos que realizan en el taller. Decidieron volver, tras acudir varios años a Almuñécar a un hotel que tras conocer lo ocurrido les hizo incluso un escrito con referencias.
Según la versión de Mislata, pidió precio para un grupo de 14 personas, sin especificar más, y le se lo dieron: 30 euros al día por media pensión. No había opción de pensión completa y antes de reservar consultó con el grupo, que decidió poner 10 euros más por persona para cenar fuera. Cuando volvió a llamar, el 13 de febrero para la reserva, le preguntaron si eran de alguna asociación y refirió que se trataba de un taller de Faisem. «¿De enfermos mentales?», le preguntaron, «¿esquizofrénicos?». «Y me dijeron que entonces el precio no es el mismo, que hay que pagar un extra». Ante las preguntas de la monitora, le trasladaron que hace unos años tuvieron a otro grupo de Faisem y que hubo que cambiar un colchón. A la monitora le dieron el correo del gerente y mandó su escrito de queja.
Este diario no pudo contactar ayer con el gerente del hotel de Rota. Sí contestó a las preguntas sobre lo ocurrido una empleada del mismo, que aseguró que hace un par de años alojaron a otro grupo de Faisem y que tras ello tuvieron que tirar algunos colchones porque algunos clientes se orinaron. Pero asegura que al grupo de Sanlúcar no se le pidió una cantidad extra -como insiste la monitora- sino un «depósito» que podrían recuperar si no había daños. Se le pide también a los estudiantes. Las palabras «se han sacado de contexto», lamentó, y destacó que alojan a otros colectivos de discapacitados. «No hay que sentirse ofendido», dijo. Refiéndose a los colectivos de discapacitados a los que alojan, explicó que a veces han tenido quejas de otros clientes por cómo comen algunos, o «babean» en el comedor. Sí reconoció que no hay constancia de que este grupo del taller Amanecer de Sanlúcar causara problemas o quejas en su anterior estancia.