Mientras que el presidente de Federación Francesa de Fútbol cree que es excesivo la suspensión de encuentros, la ministra de Deporte pide castigos más duros
EFE. EL MUNDO.- La suspensión de varios partidos de fútbol en Francia por la aparición de pancartas homófobas y cánticos contra los homosexuales en las gradas ha provocado una gran controversia entre el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y la ministra de Deportes.
Mientras que esta última, Roxana Maracineanu, animó a los colegiados a ser más firmes para combatir esos comportamientos, e incluso aseguró que hay que dar por perdidos los partidos a los equipos cuyas aficiones se muestren reincidentes, el presidente de la FFF, Noël Le Graët, aseguró este martes que «se están deteniendo demasiados partidos».
«Puede que eso guste a algunos ministros, pero a mi me molesta. Da la impresión de que todos los estadios se han convertido en lugares homófobos. Niego de forma contundente esa imagen«, indicó Le Graët, después de que el inicio de la temporada estuviera marcado por la suspensión de varios encuentros por esos motivos, entre ellos el Metz – PSG y el Nice – Olympique de Marsella, o el Nancy – Le Mans de la Segunda División francesa.
En el caso del partido de los Thomas Tuchel en Metz, el colegiado decidió detener el encuentro a los 20 minutos de juego al observar dos pancartas con claros mensajes homófobos.
En el choque disputado en el Alianz Riviera de Niza, algunos aficionados portaban también pancartas en los que daban la bienvenida al grupo Ineos, nuevo patrocinador del equipo local, haciendo un juego de palabras con la palabra pedal, que en francés vale para referirse a la pieza de la bicicleta y también para señalar de manera despectiva a los homosexuales.
Por ello, el máximo mandatario del órgano federativo aseguró que enviará consignas a los árbitros para que no detengan los partidos por pancartas homófobas. En declaraciones a la emisora France Info, Le Graët aseguró que parar los partidos puede ser contraproducente, porque anima a los provocadores a persistir en su comportamiento. Además, agregó que hay que luchar para que desaparezcan esas pancartas, que atribuyó a «algunos espectadores exagerados», pero consideró que la suspensión de los partidos no es el método más eficiente.
LA FFF, MÁS CONTUNDENTE CON EL RACISMO
Le Graët, sin embargo, sí se mostró partidario de detener los partidos por insultos racistas o por un enfrentamiento en las gradas, una distinción que le valió grandes críticas. Empezando por las de la ministra, que consideró «erróneo» diferenciar insultos racistas y homófobos y que se dio por aludida por las afirmaciones de Le Graët.
Maracineanu aseguró que las palabras del presidente de la FFF van contra la lucha que ella misma ha encabezado para desterrar la homofobia de los estadios, que inscribió en la acción de su gobierno y en las consignas de la FIFA. La ministra añadió Agregó que hace años que se registra homofobia en los estadios y que no sorprendía a nadie, pero que se ha comprometido en ese combate pese a que sabía «que no sería fácil».
«El fútbol debe aportar su contribución a la lucha contra todas las discriminaciones. En ese sentido, la consigna, apoyada por la FIFA, es la de tolerancia cero», insistió. Maracineanu aseguró que hablará con Le Graët para disuadirle que dé consignas a los árbitros para que no paren los partidos.
Diversas asociaciones de lucha contra la homofobia también se mostraron críticos con Le Graët y pidieron su dimisión. Histórico dirigente del modesto Guingamp, Le Graët, de 77 años, está al frente de la FFF desde 2011, tras haber dirigido la Liga entre 1991 y 2000.
El campeón del mundo con la selección francesa y actual delantero del Chelsea, Olivier Giroud, se posicionó a favor de endurecer los castigos para aquellos que portaran este tipo de pancartas en los estadios. «No sé si se pueden evitar los cánticos, pero las pancartas, sí. Es necesario que se identifique a los alborotadores y echarles de los estadios. En Inglaterra esto no sucede. Hay una normativa que les mantiene bajo control. Que en 2019 estemos aún hablando del homofobia o racismo indica que nuestra sociedad no ha cambiado mucho»