eldiario.es.- El partido pide ocho meses por el mismo delito para un segundo acusado y multas para ambos por daños en el ataque a la sede del partido en Cartagena con pintadas y un cóctel molotov.
La representación legal de Podemos solicita un año de cárcel por un delito de odio para el principal acusado del ataque de la sede del partido en Cartagena el 2 de abril de 2020, Francisco S.M, alias ‘Niño Hacha’. Para el segundo acusado, Javier B. E, Podemos pide ocho meses de prisión por el mismo delito. A los dos les atribuye un delito de daños para el que reclama penas de multa de 24 y 12 meses, respectivamente.
La jueza del caso atribuye indiciariamente a Francisco S. M ser el autor material de las pintadas y el lanzamiento del artefacto incendiario contra la sede de Podemos el 2 de abril de 2020. Tal y como reveló elDiario.es, la Policía encontró en su teléfono móvil fotografías y conversaciones que acreditan su pertenencia a Ultras Murcia 1908, destacando un chat con otros neonazis de la región controlados por los investigadores. Los agentes de la Brigada de Información otorgan a los ultras del equipo local el liderazgo de la ultraderecha extraparlamentaria en la región.
Podemos intentó que el caso fuera investigado en la Audiencia Nacional por terrorismo. Uno de los motivos era que el principal acusado también había atacado, en supuesta coordinación con terceros, una sede de IU en una localidad leonesa, así como disturbios con motivo del confinamiento por la pandemia en Murcia. La Fiscalía se opuso y la Audiencia Provincial ordenó seguir la causa por delito de odio y daños.
“Es importante destacar la pertenencia de los acusados a grupos de extrema derecha que actúan en la Región de Murcia y todo el Estado español”, dice el escrito de Podemos, al que ha tenido acceso elDiario.es. La Policía, tal y como reseña Podemos en su escrito, vincula a los acusados con Bastión Frontal, organización cuyo fin es “subvertir el orden constitucional”.
Asimismo, Podemos recuerda debe hacerse mención a las diversas armas blancas y machetes que fueron intervenidas en el domicilio del acusado, así como a los cientos de archivos incautados en su teléfono móvil de carácter fascista, racista y xenófobo.