La Vanguardia.- Una extrabajadora ha demandado a la división norteamericana de Sony Interactive Entertainment por discriminación sexual. Emma Majo, así se llama la demandante, ha presentado su denuncia en un juzgado de California, aunque esta no es la primera vez que inicia una acción legal contra los responsables de PlayStation. Ya en noviembre de 2021, esta extrabajadora denunció a la compañía por los mismos motivos, aunque lo hizo en instancias federales.
Esta nueva demanda llega justo un mes después de que un juez desestimara la primera denuncia de Emma Majo. Al parecer, la primera acción legal iniciada por la extrabajadora era de ámbito nacional y se había presentado ante una corte federal con el objetivo de compensar los daños y perjuicios que podrían haber afectado a todas las trabajadoras de Sony en los Estados Unidos.
Después de desestimar el caso de Emma Majo en abril, el juez le informó que podía volver a presentar la demanda añadiendo nuevos detalles y pruebas. Esto es más o menos lo que ha hecho la extrabajadora, que ha cambiado el ámbito de actuación de la denuncia. Ahora, esta nueva demanda solo hace referencia a la discriminación por razón de género de las trabajadoras de Sony por debajo del nivel de vicepresidente en la zona de California.
La demanda apunta a que esta discriminación de género en Sony responde a “un patrón sistémico” y a que las personas afectadas “han sufrido daños, incluida la pérdida de compensación, salarios atrasados, beneficios laborales y angustia emocional”. En la denuncia se alegan específicamente violaciones de la Ley de Igualdad Salarial de California.
Según apuntan en el medio especializado Axios, en febrero de este año, los abogados de Sony aseguraron que la denuncia de Majo no hacía referencia a ninguna política o práctica que demostrara que había problemas generalizados dignos de una demanda colectiva.
Emma Majo denunció por primera vez a Sony Interactive Entertainment en noviembre de 2021. En esa demanda afirmaba que había sido despedida de la empresa después de presentar quejas por discriminación de género. Este no es el primer caso de este tipo que se denuncia en la industria norteamericana del videojuego. Otros casos sonados son el de Activision Blizzard y su CEO, Bobby Kotick, o el de Riot Games, los creadores de League of Legends.