GERMÁN GONZÁLEZ. EL MUNDO.- La Fiscalía pide tres años de prisión para cada uno de los 11 seguidores ultras del RCD Espanyol que el pasado 1 de mayo de 2016 atacaron a un seguidor de este mismo club de fútbol pero de una peña rival mientras estaba con amigos en una caseta de la Feria de Abril y lo dejaron inconsciente. El escrito presentado en el Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona indica que los procesados forman parte de RCDE FIRM, una sección de la Curva, y que rechazan a miembros de la Pena Juvenil Españolista 1991 «dado que asocian a la misma una tendencia ideológica propia de colectivos de extrema izquierda, frente a la que mantienen, por considerarla antagónica a la suya -que defiende valores político sociales extremos propios de extrema derecha-, una posición beligerante. A los miembros de dicha peña, se refieren los de RCDE FIRM con la expresión: rojos de mierda», según el fiscal.
Por eso, el Servicio de Delitos de Odio y Discrminación de la Fiscalia de Barcelona considera que los procesados, junto con otras personas no identificadas, acudieron a la Feria de Abril a «menoscabar la integridad física de simpatizantes de la Peña Juvenil Españolista 1991». De esta forma abordaron a uno de ellos, que estaba con amigos, en una caseta y tras preguntarle por otra persona empezaron a pegarle. El fiscal detalla que presuntamente le dieron una «brutal» paliza y que la víctima «apenas tuvo posibilidad de defensa o de huida dada la superioridad numérica de los agresores y la ubicación a la que le habían llevado: arrinconado de espaldas a la barra».
También remarca que la víctima «cayó inconsciente al suelo, donde, ya a merced de todos ellos, recibió por todo el cuerpo patadas y puntapiés» de todos los procesados que lo habían rodeado. Cuando una persona de las que habia en la caseta les recriminó su acción huyeron. «Los acusados emplearon métodos de similar intensidad y eficacia lesiva en el acometimiento conjunto y al unísono del que hicieron objeto» a la víctima, quien sufrió numerosas lesiones en la cara y las extremidades, y le ha quedado como secuela una cicatriz.
«La sensación de vulnerabilidad derivada de la gratuidad y desproporción del ataque así como la connotación despectiva y degradante del modo buscado para la ejecución (viéndose tratada como desecho)» tuvo en la víctima «un impacto emocional que se tradujo en sensaciones anímicas de inquietud, temor y vejación», señala el escrito.
El fiscal tambien detalla que «no era la primera vez que miembros de RCDE FIRM manifestaban aquella animadversión hacia el grupo La Peña Juvenil Españolista 1991 y hacía otros a los que asignaban ideologías contrarias. Episodios de hostilidad, aunque de menor intensidad, habían tenido lugar un año antes (25 de abril de 2015) y se repitieron tres meses después de los hechos (26 de agosto de 2016)». Además, indica que los acusados lucen en su ropa y redes sociales lemas y símbolos vinculados a ideologías de extrema derecha y muestran «sentimientos de menosprecio, rechazo e intolerancia hacia cualquier ideología antagónica».
