NOTIMEX.- La asociación alemana contra la obesidad solicitó que esa condición se reconozca como una enfermedad para finalizar la discriminación de los afectados, muchas veces al ser considerados vagos o de voluntad débil para realizar algunas tareas.
Durante el encuentro anual de expertos contra la enfermedad que se celebró en Hannover, los expertos señalaron que la obesidad no es sólo una enfermedad física y corporal, sino también psicológica, por lo que buscan nuevas formas de tratamiento y prevención.
Cada vez más hombres y adultos jóvenes sufren en Alemania y en los países desarrollados de obesidad extrema; en total una cuarta parte de la población alemana, dijo la presidenta del Congreso, Martina de Zwaan.
Una persona es considera obesa cuando su índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés Boy Mass Index), que mide la relación entre tamaño y peso del cuerpo, iguala o supera el nivel 30. Por ejemplo, para una persona de 1.70 metros serían 86.5 kilogramos de peso.
El dato se logra dividiendo el peso corporal en kilos entre el cuadrado de la altura en metros. Con un dato entre 25 y 30 se considera que una persona tiene sobrepeso y a partir de 30 se considera obesa.
Los expertos alemanes exigen a los seguros de salud del país que reconozcan finalmente la obesidad como una enfermedad y apoyen a los afectados, pues muchas veces los enfermos se ven solos a la hora de decidir sobre un tratamiento y sobre la asunción de costos.
“La obesidad es una enfermedad del cerebro, no un fenómeno relacionado con el estilo de vida”, destacó la presidente de la Asociación Alemana contra la Obesidad, Martin Wabitsch.
El también profesor del clínico universitario de la ciudad de Ulm coordina la red de competencias de la enfermedad, un proyecto subvencionado por el Ministerio de Investigación con dos millones de euros que permite ayudar a jóvenes con problemas de sobrepeso.
“Nuestra tarea no es trabajar en la pérdida de peso, sino en la mejora de la situación psicosocial de los ciudadanos obesos”, explicó.
Los jóvenes que pesan 150 kilogramos o más suelen tener una mala calidad de vida, incluso peor que la de enfermos de cáncer, aseguraron los expertos.
“No encuentran trabajo o posibilidad de formación, ni tampoco pareja y están cada vez más aislados”, indicó el especialista.
El proyecto, pensado para al menos seis años, pretende investigar el éxito de diversas terapias. En el proyecto pueden participar jóvenes de entre 14 y 21 años que a causa de su obesidad hayan desarrollado problemas en las articulaciones, de respiración o diabetes.
Se calcula que en toda Alemania hay más de 200 mil jóvenes que cumplen esas condiciones.
Cuando los cambios en la alimentación y una terapia de comportamientos no dan sus frutos, a los jóvenes obesos suele practicárseles una intervención quirúrgica.
“Sabemos que las complicaciones en este tipo de cirugías se han reducido”, refirió el profesor Alfred Wirth de Bad Rothenfelde.
Según la presidenta del congreso, Zwaan, el año pasado se registraron en toda Alemania seis mil operaciones para tratar la obesidad, por ejemplo reduciendo el tamaño del estómago.
La sociedad de especialistas calcula que la cifra total se eleva a nueve mil y la tendencia va al alza.
Los expertos consideran, sin embargo, que hay motivo de esperanza: en las revisiones realizadas a los niños cuando acceden al colegio se registraron en los últimos años menos casos de obesidad que en los años anteriores.
Esta última situación, ha sido interpretada como un éxito de las campañas formativas y preventivas que se realizan desde mediados de los años 90 del siglo pasado.