EFE. LA VANGUARDIA.- La fiscal valenciana contra los delitos de odio pide cuatro años de cárcel para un hombre que dio un cabezazo a un agente de la Policía Local de Valencia cuando este intervino para proteger a dos mujeres bolivianas contra los insultos que les dirigía el acusado en plena calle.
Este hombre está también inculpado por un delito de menosprecio y humillación a personas por razones racistas o xenófobas, según el escrito de la fiscal Susana Gisbert al que ha tenido acceso EFE.
La pena más grave de las solicitadas, de tres años de prisión, quiere castigar la supuesta agresión del acusado a uno de los agentes que intervino en el incidente que protagonizó tras, al parecer, insultar a dos mujeres que esperaban el autobús en la medianoche del pasado 15 de mayo y en la plaza del Ayuntamiento.
La fiscal también pide una condena de un año y tres meses de prisión por los insultos.
Según el citado escrito de acusación, el hombre se dirigió a varias personas que esperaban el autobús llamándoles «inmigrantes de mierda» y diciendo que se fueran «a su puto país».
Luego se encaró con una mujer joven, a quien «le preguntó varias veces en tono insistente y desabrido si era española y, como quiera que no le respondió, se acercó hasta colocarse a escasos centímetros de ella y le dijo que sí, que era extranjera, y que tenía cara de puta, para, a continuación, amedrentarla afirmando: ‘Soy nazi, viva España'».
La joven se levantó entonces del asiento pero el acusado la siguió, por lo que otra de las mujeres que estaban allí acudió en su auxilio y llamó a la policía, ante lo cual el acusado respondió: «Llama a la Policía, que ya he estado en la cárcel por violencia de género, todas las latinas sois unas putas».
A continuación, y una vez hubo llegado la Policía Local, el acusado, requerido para identificarse, les dijo: «A vosotros no os doy nada, que sois unos hijos de puta, ojalá os maten a todos, gora ETA», tras lo cual propinó un fuerte cabezazo a uno de los agentes en un pómulo.
Después siguió atacándole, hasta el punto de que intentó morderle en el traslado en el coche policial, todo ello siempre según el escrito de acusación.
Además, se califica la conducta como un delito de los previstos en el artículo 510 del Código Penal, cuando se promueva «un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación» contra personas, por ejemplo, por motivos racistas, pertenencia a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad.