La Fiscalía basa su demanda en las presuntas agresiones verbales sufridas a diario durante seis meses por su orientación sexual, que han derivado en cuadros de ansiedad
EFE. EL PERIÓDICO.- La Fiscalía ha pedido este jueves año y medio de cárcel para un hombre acusado de acosar psicológicamente e increpar insultos homófobos a una pareja, a diario durante seis meses, hasta causarles presuntamente un cuadro de depresión y ansiedad que motivó que se mudaran de casa.
En la sección segunda de la Audiencia Provincial de Barcelona se ha celebrado este jueves el juicio contra el presunto acosador, al que la Fiscalía acusa de un delito de odio y discriminación por razón de orientación sexual, por lo que pide además una multa de 2.000 euros por daños morales y que se le prohíba trabajar en oficios educativos durante cuatro años y medio.
Más que una discusión
El acusado ha defendido que los descalificativos que dirigió a las presuntas víctimas fueron en respuesta a otros insultos hacia él por parte de la pareja, que le llamaban «borracho», y ha negado que les acosara.
Por su parte, la pareja ha mantenido que han sido víctimas de insultos, miradas intimidatorias y bloqueos a la entrada de su piso. En especial uno de ellos ha declarado que el acusado y compañeros suyos le hicieron la vida imposible y le dedicaban frases como: «Tú te callas por ser maricón».
Los hechos comenzaron el 11 de junio del 2017, cuando, según la fiscal, el acusado y varios amigos que estaban con él comenzaron a dirigirse a la pareja desde la terraza de un bar que frecuentaban, situado cerca de la vivienda de la pareja, quienes habían pedido previamente desde su balcón que bajaran el volumen.
Ataque ininterrumpido
A partir de entonces, el acusado se había dirigido en un tono elevado y de forma habitual a las víctimas con términos y expresiones como «maricón de mierda«, «bujarrón», «tú no eres español por ser maricón». Y que cada vez que se lo encontraba en la puerta de su domicilio, les impedía la entrada.
Las acciones se repitieron casi diariamente, según el informe fiscal, desde los meses de junio hasta noviembre del 2017, con la intención de menoscabar la estima y dignidad de las víctimas, que se vieron obligadas a poner en venta su piso en diciembre del mismo año y visitar un centro médico para tratar la ansiedad y depresión que sufrían por los insultos, añade la Fiscalía.