EFE. LA VANGUARDIA.- En la mayor parte de los países europeos los partidos tradicionales han implantado una especie de cordón sanitario a la hora de colaborar con la ultraderecha, tanto a nivel regional como nacional.
No obstante, su presencia ha ganado terreno en los últimos años aprovechando las características del sistema electoral, como en Francia en las europeas, condicionando programas (como en Hungría) o por alianzas que le han impulsado al gobierno nacional (como en Italia).
En Alemania, un cordón sanitario frente a la ultraderecha incluso en el ámbito regional
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), con escaños en el Parlamento federal (AfD) desde 2017, tiene representación en las cámaras regionales de los 16 «Länder» del país.
En los estados federados del este es donde obtiene sus mejores resultados -su récord fue el 24,2 % obtenido en las regionales de Sajonia-Anhalt de 2016, frente al 12,6 % de las generales de 2017.
Pero está excluida por el resto del espectro parlamentario para cualquier coalición o apoyo externo, tanto a escala federal como en los «Länder», y no se percibe que ello pueda cambiar tras los comicios regionales que tendrán lugar este año en el este del país.
Italia: del gobierno regional al nacional, gracias a las alianzas y a la transformación al soberanismo
La ultraderechista Liga de Matteo Salvini, en el Gobierno de Italia, siempre ha sido fuerte en el norte del país, sobre todo en las regiones de Lombardía y Véneto, gracias a la coalición con otras fuerzas derechistas como la Forza Italia de Silvio Berlusconi.
En la actualidad, con esta fórmula, la Liga está en el Gobierno de seis de las veinte regiones del país: Lombardía, Véneto, Friuli-Venecia-Julia, Liguria (norte), Molise y Sicilia (sur), además de una treintena de capitales de provincia.
Aunque el partido se fundó en 1991 para reclamar la independencia del norte italiano, esto cambió desde que en 2013 Salvini tomara sus riendas y se lanzara a la conquista de todo el país con un discurso nacionalista, soberanista y contra la inmigración.
En las elecciones generales del 4 de marzo, la Liga de Salvini logró un 17 % de los votos (frente al 4 % de 2013) y se convirtió en una bisagra para un gobierno de los ganadores, los populistas del Movimiento Cinco Estrellas.
En Francia, presencia local y visibilidad nacional gracias a las europeas
En Francia, la ultraderecha está presente en las instituciones locales y regionales desde los años 80, aunque ha obtenido su mayor visibilidad en los comicios de ámbito nacional.
En las últimas regionales, en 2015, fueron la fuerza más votada en la primera ronda, pero el sistema de doble vuelta, en el que los electores del resto de partidos suelen unirse en su contra, les privó de presidir ninguna región.
Algo similar les sucede en los municipios, lo que no impidió que controlen algunos, bien directamente con sus candidatos, bien mediante aspirantes afines.
Las elecciones europeas, las únicas que no son a dos vueltas en Francia, son en las que más representación logran. En las de 2014 fueron también la fuerza más votada, lo que les llevó a sentar a 24 eurodiputados en el hemiciclo de Estrasburgo.
Bélgica: presencia regional y cordón sanitario en el ámbito nacional
En Bélgica, la extrema derecha está representada por el partido flamenco Vlaams Belang, que tiene tres diputados a nivel nacional y seis en la cámara flamenca.
En la reciente crisis del Gobierno belga, actualmente en funciones por la retirada de la coalición gubernamental de los soberanistas flamencos de la N-VA, el rey Felipe de los belgas volvió a excluir de su ronda de contactos al Vlaams Belang, como es ya habitual.