En Cagliari, durante el partido con el Inter, algunos hinchas con gritos simiescos insultaron al delantero, que reaccionó realizando el penalti que estaba lanzando y desafiando a la grada
MIRKO CALEMME. DIARIO AS.- El racismo vuelve a manchar el fútbol italiano. Y, en específico, mancha a la Sardegna Arena. En el estadio del Cagliari, donde ya en abril unos cánticos racistas hicieron enfurecer a Blaise Matuidi y Moise Kean de la Juventus, durante el enfrentamiento de esta noche ante el Inter volvió a ofrecer su peor versión.
Unos “hinchas” del conjunto local, cuando Romelu Lukaku se presentó desde los once metros lanzando el penalti decisivo para la victoria nerazzurra, volvieron a escucharse esos gritos simiescos que ya nadie aguanta. El punta reaccionó realizando la pena máxima y desafiando a la grada rival con la mirada, sin ningún otro gesto. Después del partido, el defensa interista Milan Skriniar, afirmó a Mediaset: «Mandé callar a algunos tifosi porque escuché cosas que no deben tener sitio en el fútbol».
El caso volvió a causar polémica en Italia y ahora se esperan las decisiones del juez deportivo: en abril el Cagliari solo fue multado, debido al pequeño número de hinchas que entonó los cánticos. La situación de hoy puede ser parecida.
