ARAINFO.- Alrededor de 350 personas se han concentrado pacíficamente hoy en la plaza España de Zaragoza, convocados por la Plataforma Antifascista (PAZ), para exigir el cierre del hogar “fascista” de Las Fuentes. Bajo el lema “fuera fascistas de nuestros barrios, no a los hogares racistas”, y desde las ocho de la tarde, las y los manifestantes han coreado consignas como “Fuera fascistas de nuestros barrios” y “Zaragoza Antifascista”.
Asimismo, han pedido la libertad de Juan Diego y Richi, los dos jóvenes encarcelados tras las protestas contra un concierto nazi el pasado 28 de febrero en dicho hogar. La convocatoria ha concluido una hora después con la lectura de un manifiesto.
La concentración ha sido apoyada por más de treinta y cinco entidades, entre las que se encuentran SOS Racismo, Movimiento Contra la Intolerancia, FABZ, Stop Desahucios, Marea Verde, ARMHA y Ecologistas en Acción. También por los partidos IU, PCE, Puyalón de Cuchas, Anticapitalistas Aragón, Podemos, PCPE y Estau Aragonés, y los sindicatos OSTA, CCOO, CGT, IA, CUT y USO Aragón.
Las organizaciones juveniles, estudiantiles y universitarias no se han quedado atrás y Feminismos Unizar, FEL-ZGZ, Purna, UJCE, Chobentú y CJC se han sumado a las reivindicaciones. Completan estos apoyos otras organizaciones y colectivos entre los que se encuentran Asamblea San José, AV Arrebato, Asamblea Delicias, Red Roja, ALAZ, MHUEL, Gusantina, Red de Solidaridad Popular, Amigos de la Tierra y Plataforma Solidaria Actur y Parque Goya, Biblioteca Frida Kahlo y La Enredadera.
A continuación reproducimos íntegro el manifiesto leído en la convocatoria:
Manifiesto contra el hogar social de la xenofobia
Zaragoza es una ciudad multicultural y diversa, en la que gente de todo tipo y condición hace ciudad día a día. Esa es nuestra esencia y nuestro origen, pero esta realidad no está exenta del ataque de grupos ultraderechistas que pretenden hacer de Zaragoza y sus barrios un lugar irrespirable en el que se excluya al diferente, al que viene de otro lugar, a quien tiene una orientación afectivo-sexual distinta a la norma, a aquellas personas cuyos rasgos no coinciden con los de la mayoría.
Desde hace casi un año, en Zaragoza somos testigos de cómo, ante la pasividad de las instituciones, se ha ocupado un edificio por neonazis que camuflan unas actuaciones xenófobas e intolerantes bajo un velo de aparente caridad y servicios a la sociedad. Su perversa y malsana hospitalidad busca enfrentar a las personas más vulnerables por un puñado de alimentos, genera problemas de convivencia en un barrio obrero en el que la crisis aprieta las carteras y nubla el discernimiento; equipara la inmigración con delincuencia y desempleo, utilizando para ello ecuaciones fáciles y prejuiciosas; aprovecha cualquier problema de inseguridad para justificar el aumento del control social y policial, la violencia institucional, el ojo por ojo; y promueve la exclusión del colectivo inmigrante.
Desde la ocupación de este edificio, se ha multiplicado el número de delitos de odio xenófobo, homófobo, antisemita, islamófobo y hacia personas de ideología de izquierdas en nuestra ciudad. Víctimas todas de la intolerancia criminal que no encajan en su ideario y cuyo valor humano tratan de pisotear en cada una de sus actuaciones. Que se sepa, van más de 80 víctimas mortales por crímenes de odio desde que la deficitaria Democracia comenzara su andadura en nuestro país y no podemos permitir que una ideología incompatible con la dignidad y los derechos humanos siga avanzando, ni en los barrios ni en las urnas.
Por ello, la ciudadanía, ante la indiferencia de unas instituciones que hacen oídos sordos a las numerosas denuncias que se llevan realizando contra este mal-llamado hogar y contra las actuaciones de grupos neonazis en general, se está organizando para plantarle cara al fascismo y a la intolerancia, para quitarle la máscara caritativa con la que se han cubierto.
A finales de febrero, este hogar racista organizó un concierto neonazi de música RAC que fue denunciado públicamente por varias organizaciones. Delegación de Gobierno, lejos de prohibirlo, permitió su difusión y realización ante la incredulidad de quienes luchamos por un mundo en el que los Derechos Humanos estén por encima de las leyes y las “incompetencias” institucionales. Cuando, ante su inoperancia, un grupo de personas fue a manifestarse y le plantó cara al fascismo, tuvo lugar un enfrentamiento en el que sólo fueron detenidas quienes protestaban contra este tipo de actuaciones. De los 13 detenidos aquella noche, dos compañeros, Juan Diego y Richi, permanecen en prisión provisional, añadiendo de este modo sufrimiento, crueldad, frustración y un castigo extra a la disidencia y la protesta social.
Pero por mucho que nuestras instituciones miren hacia otro lado, Zaragoza no será Grecia, y no existe partido, ni hogar racista, ni organización neonazi que tengan posibilidad alguna de hacer realidad sus amenazas en nuestra ciudad. Bien es cierto que las señales de alarma hace tiempo que tronaron, que las víctimas de delitos de odio están aumentando y que nuestros compañeros están encarcelados por luchar contra esta causa. Pero estamos aquí para dejar claro que no queremos fascistas en nuestros barrios, que la solidaridad no entiende de DNIs, que no permitiremos que el hambre se convierta en un arma electoral, que la instrumentalización de la caridad con fines partidistas no va a calar entre nuestros vecinos y vecinas y que las personas detenidas aquella noche merecen un trato justo que señale a los verdaderos culpables de esta situación.
Desde aquí exigimos que valores como la igualdad, la libertad, la justicia, la solidaridad y la tolerancia sean entendidos como derechos de obligado cumplimento.
Condenamos cualquier tipo de acto que fomente, promueva o incite directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por prejuicios racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, etnia, origen nacional, condición económica o identidad afectivo-sexual. Rechazamos y condenamos a quienes niegan, trivializan o enaltecen los delitos de genocidio y de lesa humanidad.
Exigimos de forma inmediata la libertad de Richi y Juan Diego, así como la desimputación judicial de los jóvenes que se vieron inmersos en un enfrentamiento ante la inoperancia de las instituciones frente a un flagrante delito cometido por grupos neonazis. Reivindicamos el cierre del hogar racista de Las Fuentes, creado y gestionado por personas que promueven el odio contra las personas inmigrantes.
Exigimos la dimisión del Delegado del Gobierno que ha permitido la proliferación de manifestaciones racistas y violentas.
Zaragoza somos todos. Zaragoza es de todas. El racismo, el nazismo y el fascismo no tienen cabida en nuestra sociedad y desde aquí os animamos a que seáis partícipes de esta causa, a que trabajemos en una dirección que fomente la convivencia intercultural, la tolerancia, la justicia social y la solidaridad entre todas las personas, sin distinción alguna.
¡Fuera fascistas de nuestros barrios! ¡No a los hogares racistas!