La decisión judicial indigna al entorno independentista al considerar que es una medida racista
JAVIER RICOU. LA VANGUARDIA.– La orden judicial de ingreso en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) para su expulsión de dos de los detenidos en las protestas en Lleida contra la sentencia del procés ha abierto un nuevo frente en el mundo independentista, al interpretarse esa resolución del juez como una decisión con tintes racistas.Consideran que esa orden convierte en delito lo que no tendría que pasar de ser una falta administrativa.
Esta decisión judicial -única en Catalunya, hasta la fecha, ha propiciado en Lleida un cambio de escenario en las protestas. El ingreso en un CIE de esos dos detenidos de origen magrebí para su expulsión del país llevará a los manifestantes por primera vez, en esta última escalada de protestas, a las puertas de la Delegació del Govern en Lleida. Ahí se ha convocado para última hora de la tarde de hoy una protesta por esa resolución judicial.
Diversas entidades independentistas consideran que la expulsión de estos dos extranjeros que no tiene regularizada su situación en España “es un hecho muy grave, ya que van a ser deportados a sus países de origen sólo por haber participado en las movilizaciones en respuesta a la sentencia del procés sin la garantía de un juicio justo”.
La resolución judicial, consideran los convocantes de esta protesta para esta tarde en Lleida, “es una clara muestra de la vulneración de los derechos humanos más fundamentales, como el legítimo derecho a la reunión y manifestación que padecen las personas de origen inmigrante”.
Y denuncian que con esta resolución judicial dictada en Lleida queda más que demostrado que esas personas extranjeras afincadas en Catalunya sin tener regularizada su situación “están padeciendo ahora, sólo por su situación administrativa, la máxima represión”.
La medida de expulsión es criticada al estimar que busca disuadir a los inmigrantes de participar en las protestas
Desde la plataforma No en el nostre nom denuncian “que utilizar la ley de extranjería contra los manifestantes y abrir la puerta de la deportación para disuadirlos de participar en las protestas es la mayor de las violencias”. En la protesta convocada para esta tarde en Lleida se quiere denunciar, por lo tanto, “la vulneración de los derechos de los inmigrantes”.
En Lleida un alto porcentaje de la treintena de detenidos en la última semana durante las protestas son extranjeros. La mayoría de origen magrebí. Son personas que viven en la capital de Ponent y poblaciones de los alrededores, al igual que el resto de arrestados en estas protestas.