CELIA VALDEMORILLO. MCPRO.- Un juez ha convertido en demanda colectiva una denuncia interpuesta por seis mujeres contra Oracle para que se les pague lo mismo que a sus colegas hombres por el mismo trabajo, un paso que puede permitir que miles de mujeres que trabajan para la compañía puedan dar más voz a sus peticiones de la igualdad salarial.
Esta demanda tiene su origen en 2017, cuando según The Register Xian Murhpy, Sphy Wang y Rong Jewett, que habían estado trabajando para la compañía como jefe de proyecto, ingeniera jefe de aplicaciones e ingeniera de aplicaciones, respectivamente, denunciaron a Oracle alegando que pagaba menos a las mujeres que a los hombres por puestos parecidos.
A partir de la presentación de esta denuncia, otras tres mujeres, Marilyn Clark, Manjari Kant y Elisabeth Sue Petersen, se unieron a ella también como denunciantes. Alegaban que en Oracle les pagaron de media 13.000 dólares menos al año que otros empleados masculinos de Oracle que ocupaban puestos parecidos a los suyos.
No es la primera vez que Oracle se ve envuelta en problemas judiciales por temas similares. A principios de 2017, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos demandó a Oracle por pagar menos de lo debido a mujeres y miembros de minorías étnicas. Este departamento amplió a finales de junio de 2019 su demanda, alegando que Oracle había privado a mujeres y minorías de ganar alrededor de 400 millones de dólares en salarios.
El pasado mes de noviembre, Oracle presentó una contrademanda contra el gobierno, en la que insistía en que las autoridades estadounidenses no tienen la autoridad necesaria para bloquear contratos o actuar contra las políticas de pagos de Oracle. Pero esto no ha evitado que sigan adelante las demandas en su contra. Así, el Juez del Tribunal Superior de California Raymond Swope, perteneciente al Tribunal Superior de Redwood City en el Contado de San Mateo, ha emitido una orden que certifica la demanda colectiva solicitada por las demandantes que hemos mencionado, y que afectaría a unas 4.100 mujeres.
En la orden, el juez expresa su escepticismo ante las alegaciones de Oracle de que personas con el mismo puesto de trabajo en la empresa no realizase un trabajo parecido. Tal como se recoge en la orden, «en primer lugar, las opiniones de Oracle no parecen ser consistentes con sus documentos ni con el testimonio de la persona más cualificada«.
Además, apunta que, como cuestión legal, Oracle no puede acordar un salario individual según un código basado en la experiencia, la formación y el rendimiento si muestra tantas inconsistencias entre hombres y mujeres. Por tanto, concluye que hay evidencia estadística suficiente, así como un elemento común entre las reclamaciones de discriminación. Por lo tanto, el juez estima que el jurado puede escucharlas como grupo.
El abogado James Finberg, del bufete Altshuler Berzon de San Francisco, espera que con la decisión que ha tomado este juez «se de a todas las 4.100 mujeres de la demanda colectiva la oportunidad de presentar sus reclamaciones de que se les pagó menos que a los hombres por los mismos trabajos. Y esperamos que Oracle tenga que cambiar su enfoque de ahora en adelante«. Esto además de los cientos de millones de dólares que puede costar a Oracle esta demanda si un jurado falla a favor de las mujeres.
Oracle no es la única tecnológica que ha tenido que enfrentarse a demandas por discriminación salarial por género o raza. Hay varias que ya han recibido demandas de este tipo, pero no es muy habitual que se las acabe considerando demandas colectivas. Habitualmente se resuelven de manera individual, y en muchas ocasiones sin que haya consecuencias públicas para la empresa. Tampoco suelen llevar a cambios en sus prácticas salariales.
Google tiene ahora mismo en marcha una demanda por discriminación salarial en California, y Uber tuvo que pagar en 2018 10 millones de dólares por discriminación a 400 mujeres e ingenieros pertenecientes a minorías. Mientras, Oracle sigue asegurando que la compañía no ha hecho nada malo al respecto, y empresas como Adobe, Apple, Cisco, eBay e Intel, preocupadas por la discriminación salarial por género y etnicidad, han hecho públicos datos sobre lo que pagan a sus empleados en función de su género.